DE PRIMERA  MANO

OPINION

 

 

18 de Marzo en CDMX

 

*Partidos condenan violencia

*PVEM, silencioso ominoso y cómplice

 

Por Omar Zuñiga

 

El 85 aniversario de la Expropiación Petrolera fue el pretexto perfecto para que el Presidente López Obrador hiciera SU concentración que buscó contrarrestar la chinga que le pusieron con la megamarcha nacional en defensa del INE, un par de semanas antes.

Si Tata Lázaro lo ve, se vuelve a morir.

Este acto, el del sábado 18 de marzo, deja varias lecturas (y también enseñanzas), pues de entrada nos da la confirmación de que la Cuarta Transformación NO es lo mismo que el rancio priismo de los años setenta, sino que es peor, mucho peor, porque el mesías lo niega una y otra vez, miente en la cara de la gente e insulta la inteligencia de quienes osa (osamos) cuestionar.

El acarreo del que, videos obtenidos De Primera Mano, dan fiel testimonio de esta situación, de calles cercanas al Zócalo de la Ciudad de México, como Topacio, Clavijero y Lorenzo Boturini de la populosa colonia Tránsito, lucieron abarrotadas de vehículos de transporte público y privado del que descendían hombres, mujeres, niñas y niños, que recibían el refrigerio prometido, además de una lana que tomaban sin recato alguno y a la vista de propios y extraños, para formarse y emprender la caminata por las 20 o 30 calles que separan esta zona, del Zócalo capitalino.

Otra de las lecturas que deja este evento es que los grupos locales se destaparon, sin el mismo recato con que los acarreados recibían su torta, por ejemplo en la flamante oficina de la Defensoría Pública de Veracruz se les olvidó que iban “representando” a jarochilandia, para respaldar a López Obrador, apoyando el “liderazgo” de Cuitláhuac García y lo posteado en sus redes sociales dejaron patente que iban apoyando al “orgullo veracruzano”, al secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos, quien encabezaba un numeroso contingente que caminaba por las hermosas y céntricas calles de entrada al Zócalo, con tremenda pancarta que nunca mencionaba a su jefe, el gobernador Cuitláhuac García. Cortesía política le decían, además de institucionalidad. -Al jefe no se le rebasa ni en carretera-, decían los políticos de carrera, con oficio…, decían.

Sin embargo, lo más grave es el exhorto a la violencia política en razón de género (a las mujeres, pues) y la tolerancia presidencial a esta situación, gravísima per sé.

A alguien se le hizo gracioso llevar un monigote que representaba a Norma Piña, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y prenderle fuego, por el simple hecho de no dejarse sobajar por el presidente López Obrador y tener la valentía de enfrentarle y decirle ‘NO’.

Ahora, ella, la depositaria del Poder Judicial de la República, se puso una diana en la espalda por mantener la autonomía de la Corte, una diana a la vista de los mismos chistosos y acomedidos quedabien que llevaron su efigie al Zócalo y la quemaron.

Se pidió la opinión a los presidentes de los comités estatales de Veracruz de Movimiento Ciudadano, PAN, PRI y PVEM de esta situación, a todas luces reprobable.

Sergio Gil Rullán de MC, dijo “por supuesto que hay un claro mensaje de la polarización y de las acciones de gobierno. Para esta marcha no hubo contingencia ambiental. Para esta marcha sí pusieron la bandera (nacional) en el Zócalo, pero en la marcha en defensa del INE quitaron la bandera y declararon contingencia. En (el gobierno de  la) Ciudad de México dijeron que ahorita (el sábado) hubo 500 mil personas, un millón 200 mil con las calles aledañas, pero cuando la marcha del INE, hubo sólo 90 mil, aún cuando las imágenes muestran más gente”.

“En la marcha del INE, los manifestantes cruzaron y dejaron flores frente a la Suprema Corte de Justicia. Hoy, los manifestantes polarizados, acarreados por todas las instancias de gobierno en una vil competencia por ver quién quien llevó más acarreados para la futura candidatura, ya sea el súper delegado (Manuel Huerta), el presidente de la Jucopo (Juan Javier Gómez Cazarín) o cualquier otro funcionario del gobierno de Veracruz, que haciendo uso de recursos públicos y de coacción, llevaron a su gente para decir quién valía más”.

“Se demuestra una marcha intolerante, donde se ofende a uno de los poderes de la República, y un Presidente que en el mismo acto no lo sanciona y no lo castiga. Entonces es muy claro que la manifestación que ellos quieren sacar, la polarización que quieren llevar y la demostración de que sólo con recursos públicos, con amenazas y con acarreados logran llenar una plaza que antes, siendo oposición, con las causas correctas, llenaban, hoy ya no tienen las causas, hoy ya no tienen la gente, hoy están obligando, hoy quedan en el suspiro los años de la fuerza del Zócalo para la izquierda y se presta ahora para el entorno de un nuevo perfil de hombres y mujeres libres que están hartos del mismo sistema de gobierno que llenó el Zócalo en la marcha en defensa de la democracia y del INE”.

“Son los hombres y mujeres libres los que van a determinar el futuro de este país. Y esa debe ser la premisa de nosotros que buscamos la postulación de las y los mejores”.

El panista Federico Salomón aseguró “qué triste país; esto es el reflejo del

México actual: polarización, encono y pérdida de valores. Y que desde el púlpito del poder presidencial se impulse y sea una forma y estilo de gobierno. ¿Qué le enseñamos a  nuestros hijos y jóvenes?”

“Ya no hay respeto y tolerancia a disentir.. los “shakiros” de hoy: ciegos, sordos y mudos, de otra realidad que vive México”.

Por su parte, el priista Marlon Ramírez asegura que “cuando los argumentos ya no caben, empiezan los gritos y las descalificaciones. Y cuando a estas la mayoría ya las nota, empieza la violencia”.

“Es una señal clara de desesperación”.

Coinciden en la condena.

Mi amiga y compañera de profesión Eleaney Sesma, flamante presidenta del CDE del VEM Veracruz, dijo que…, nada.

No hubo respuesta de su parte, sólo un silencio ominoso y cómplice ante la solicitud de su postura, ni siquiera por sororidad, ante el exhorto a la violencia con la quema de la efigie de la presidenta de la Corte, Norma Piña, como se hizo con sus iguales de los otros partidos.

Así las cosas, la Cuarta Transformación nos muestra y demuestra que NO son iguales al priismo rancio y autoritario de los años setenta, de Luis Echeverría, son peores.

 

¡Qué barbaridad!

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