Sin tacto

OPINION

 

Las otras dos casetas

Por Sergio González Levet

Ayer me referí al costo de la autopista Veracruz-Xalapa y hacía constar que si parecía caro para los 100 kilómetros de recorrido, lo era más porque los vehículos solamente pagan por un tramo de 40 kilómetros: 54 pesos por los 16 km del libramiento de Plan de Río y 65 pesos por los 24 km de Cardel a la entrada a Veracruz. Decía que en la primera el costo por km es de $3.38 y en la segunda, de $2.70.
Pero hay otro tramo de autopista que resulta un verdadero robo en el camino. Me refiero al libramiento de Xalapa y a la autopista Banderilla-Perote. Construidas, operadas y cobradas por la empresa Copexa (Concesionaria Autopista Perote Xalapa, S.A de C.V.), resultan las más caras de Latinoamérica, si atendemos al cobro por km.
La autopista Perote Xalapa cuesta 165 pesos, por un recorrido de 31 kilómetros, es decir, $5.32 por km, y el Libramiento de Xalapa cuesta otros 165 pesos por solamente 29 kilómetros, lo que da un costo unitario de $6.68.
Si sumamos ambas vías, la extensión es de 60 kilómetros, el costo total es de 330 pesos y el pago por km es de $5.50. Es un costo altísimo que no tiene relación alguna con el precio de peaje unitario autorizado para la República Mexicana.
A saber a qué santo le rezan los directivos de Copexa, porque le han venido subiendo graciosamente a sus peajes, sin que ninguna autoridad intervenga para ponerlos en orden.
Y a eso hay que aumentar que la autopista perote-Banderilla es una de las más peligrosas del país y en la que más accidentes suceden, además de que tiene el mayor índice de mortandad.
Resulta que el trazo original de la carretera estaba hecho con la amplitud para tres carriles, lo que se llama una supercarretera, similar a la de Perote-Amozoc. Pero el Gobernador en ese entonces era Fidel Herrera Beltrán, y ya saben cómo era el del Nopaltepec cuando se le metía una idea en la cabeza.
Así que presionó y presionó para que la carretera fuera de cuatro carriles y no de tres, lo que consiguió con las autoridades de la SCT. Sin embargo, el derecho de vía ya había sido contratado y no se podía cambiar, así que se construyó una carretera de cuatro carriles sobre una amplitud para tres.
Ese hecho obligó a que muchas curvas no tengan el peralte necesario y a que el declive fuera más pronunciado, lo que convirtió el camino en una verdadera trampa para las pesadas unidades que lo recorren de bajada, porque no les dan los frenos ni el motor para detener el peso inercial, y se accidentan en las pronunciadas y angostas curvas.
Vea usted cualquier semana los periódicos y se dará cuenta de la gran cantidad de accidentes que ocurren en esta autopista de la muerte… la más cara y más peligrosa de México.
Y la 4T… bien gracias.

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