¿Y los ladrones del PRI? Ya se fueron a Morena
Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Tal vez todavía el líder de la bancada morenista en el Congreso de Veracruz, Gómez Cazarín, todavía no abra los ojos, lo que ya no es nuestra culpa, sólo le recuerdo que hay seres que no tardan más de 15 días en abrirlos, ya que Morena se llevó a la banda de Duarte, que tanto señalaron de ladrones.
Me pasé años pidiendo que fueran expulsados del PRI esos cómplices de Javier Duarte y miren, llega al CDE del Partido Revolucionario Institucional, Adolfo Ramírez, y después de un debut atropellado, que fue magnificado por algunos vividores de la pluma, logra que el paquete de camaleones que faltaba de irse a hacerle compañía a la pandilla que nos gobierna, cuyos méritos son precisamente haberse visto en escándalos de tráfico de autos y la farándula , lo que «haiga sido como haiga sido», es digno de reconocerse, porque es a partir de esa limpia como podemos levantar la cara y empezar la reconfiguración de nuestro partido.
El trabajo más difícil en estos días es precisamente trabajar en desterrar los vicios que nos hicieron perder la credibilidad y vuelva a ser visto como el mejor instrumento de la sociedad para alcanzar sus mejores metas. Un partido que está muchos años en el poder sufre de esclerosis política. Sus militantes no se preocupan por ganar la voluntad de los electores sino de quien los designa. Trabajan para agradarle al jefe. Entienden como disciplina «no moverse». Premian, salvo excepciones, al carga maletas, al amigo y al pariente. No hay más lealtad que la complicidad. Nada cuenta la preparación si en el momento de la aspiración no se tiene acceso a la persona que lo decide todo. Las decisiones no se toman al interior del partido. Los órganos internos y las reglas son nominales. Las causas sociales se olvidan porque no se permite que se cuestione a las autoridades que han salido de sus filas. Los gobernantes toman como deslealtad a quien discrepa.
Disentir es convertirse en sospechoso de traición. Para hacer carrera hay que ser sumiso y obediente. El intrigoso o lleva chismes, tiene más porvenir que el crítico. Con mucha antelación la corte de lambiscones impulsa como heredero al más arrastrado o al más cercano por cuestiones extrapoliticas. Lo sorprendente es que estos vicios tardaron en desarrollarse más de 70 años en el PRI, mientras que en Morena, en menos de un sexenio le hicieron y lo hundieron en una letal crisis. Sin embargo no escapa el tricolor a los cantos de las sirenas. Aún pululan a su alrededor aves carroñeras que en otro tiempo fueron beneficiadas de sus vicios y reaparecen al menor ruido de recuperación. Por fortuna, sin que yo me atreva a insinuar tan siquiera que mis palabras son las de Pepe (Dios me libre de ese sacrilegio), puedo inferir de su intachable conducta, que Pepe tiene la convicción y la voluntad de dejar atrás esa cultura que reprueba y que ya no quiere la sociedad, consciente que la derrota pasada no únicamente fue electoral, fue cultural y va por hacer una política libre de estigmas y un gobierno que dignifique la función pública.
Nadie ha dicho que los retos de Pepe, son fáciles. El PRI es un partido que nació desde el poder y por tanto se le asocia con todo lo que afectó a algunos grupos, pero sin duda alguna tiene más logros positivos que negativos. Por principio no es fácil tampoco ir en Coalición. Esta no es una alianza pragmática. Ya lo aclaró Miguel Ángel Yunes Linares. Es un Frente para defender República y la democracia, lo que hacen los partidos que lo conforman sin renunciar a sus visiones que les dan identidad, pero no faltan paleros que quieren demeritar la participación del actor que no es de su agrado o que recibe el encargo de minusvalorar. Luchar por un Estado moderno, en donde contáramos con un mercado nacional desarrollado, destruir las relaciones semifeudales, liberar la mano de obra encasillada, preparar una fuerza de trabajo calificada, hacer realidad la libertad individual pero también la libertad como no dominación, salir de la trampa de la libre enseñanza, promoviendo la educación laica y gratuita, haciendo realidad que ni la política se entrometa en iglesias ni las Iglesias se inmiscuyan en política, separando Iglesia y Estado… condujo a un combate feroz de todos estos grupos que se vieron afectados, que hoy que Morena, pretende terminar con esta modernidad, retornando, no al viejo PRI, como los corifeos de estos nostálgicos afirman sino a los tiempos de una sola voluntad, a los tiempos en que las elecciones eran una caricatura, a los tiempos de Porfirio Díaz, en que no había empresa importante donde no tuviera acciones y saqueara impunemente la nación (quien tenga dudas que vea la irrefutable investigación de Jorge H. Jiménez, en su libro: Empresario y Dictador. Porfirio Díaz. Editorial R M. MMXVI. México. Esta investigación es prácticamente el capítulo que le faltó a la obra de 10 tomos de Don Daniel Cosió Villegas. Este estudio se hizo en los Estados Unidos). Hago esta cita porque estoy convencido que la credibilidad no se logra con ocurrencias y puntadas, se logra con argumentos coherentes y sostenibles. Credibilidad que tiene sentido si la ponemos al servicio de una noble causa, como es para impedir que el nefasto Cuitlahuac, herede su política de represión y rendición ante el crimen organizado, a la zacatecana, pero debemos dirigir nuestras reflexiones hacia fuera, no en jaulas de hierro, para que trasciendan.
La única forma de derrotar a los que se han entregado al narco, a quienes han hecho de nuestro Ejército Nacional , el ejército de Amlo, a los que han hecho de la Guardia Nacional brazo de Morena, a los que hoy son señalados de haberse confabulado con los criminales para llegar a la Presidencia, a los que su engendro les derriban el Palacio Nacional, a los que destruyen la Suprema Corte, los órganos autónomos, a los que demandan penalmente a los diputados que votan en contra de las iniciativas del presidente, a los que persiguen y encarcelan a la oposición en Veracruz, es votando el 2 de junio contra Rocío Nahle y Morena.
El PRI debe darle las gracias a Morena por haberse llevado los ladrones que tanto lo desprestigiaron, pero también, junto con los otros partidos de la Coalición, apartidistas que se definan, porque tenemos el caso que con Duarte, la mayoría no eran priista, pero como se le pide cuentas al partido, estos salieron como vírgenes inmaculadas, sin mancha alguna, pero en cambio el PRI cargó con toda la responsabilidad de sus fechorías. La ciencia política usa varias metáforas, pero creo que les viene bien la del POLIZONTE, porque sin tomar partido se agandallan de los mejores puestos y nunca se retiran, ya que cuando no pueden ellos recomiendan a sus hijos o a su mujer. Todos los grandes momentos son definitorios. Indagar en la ciencia política no me autoriza a dar consejos, porque dice claramente Maurice Duverger; no se gobierna con abstracciones, se gobierna con respuestas concretas a los problemas y sólo el que hace política sabe, bien o mal, de política. Muchos presumen de nadar sin haberse mojado nunca. Tiene razón Gramsci. La praxis es la unión de teoría y práctica. Los políticos no son bobos, no tratemos de engañarlos. Podemos conmoverlos, pero no engañarlos. Bien dice Weber que la política empieza por definirse, y yo agregaría, en todo.