
Tuxpan, entregada al crimen.
Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Tuxpan, era considerada una ciudad para vivir. Desde luego, todas las ciudades son para vivir, pero hay unas que por sus paisajes, sus bosques, sus ríos, sus esteros, su mar, su comida, su gente extrovertida, su hospitalidad, sustituir tradiciones, su tranquilidad. Recuerdo que un día me encontré caminando a César Costa y le pregunté: Qué haces aquí? Me dijo que andaba de gira por el norte del Estado y que elegido pernoctar en Tuxpan, porque además de tranquila tenía una población irreverente, que ahí nadie le pedía autógrafos. Es que nuestro pueblo ha parido tanta celebridad que no le impresiona la popularidad. Es la tierra de Hugo Avendaño, es la patria chica de Pepe y Julio Adem ( cientificos de renombre mundial), en ella nació Lorenzo Ochoa, tierra de Don Jesús Reyes Heroles. Cuna de periodistas de la talla de Manuel Arvizu, el Flaco Deschamps, Miguel López Azuara y de tantos otros connotados personajes.
Recuerdo al Tuxpan de la Magnolia, de la lancha de Don Esteban Vargas, del mercado de madera que estaba donde hoy se localiza el edificio del Ayuntamiento, la fábrica de hielo que estuvo donde cruza el puente, la tienda del ‘ Chale» Leo, que surtía a los de río abajo, también tengo en mente la tienda de doña Pepa Karus Cano y la taberna del Chopi, que se quitaron para construirse el puente México – Tampico.
Era tan seguro, algunos en nuestra infancia no tuvimos la oportunidad ni siquiera de reunirnos con nuestros contemporáneos al atardecer o jugar, porque desde los seis o siete años al amanecer había que vender cacahuates con don Pancho o periódico con Audifas o Ramiro, hasta al atardecer. Cuando se construyó el nuevo mercado, lo que hoy es su estacionamiento, tenía un almendro, en el cual los estibadores dejaban carretillas y costales, que algunos utilizábamos para dormir. No pasaba nada. Nadie atentaba contra los niños en situación de calle. Al cumplir once años un hermano se subió a un barco camaronero a trabajar hasta envejecer. Gracias al apoyo de una abuela y primos de la calle Fausto Vega pude, dando tumbos, ir a la escuela. En esa calle conviví con mis amigos Ezequiel Castañeda y Bernardo Gutiérrez, cuya familia respeto y quiero mucho.
Cada uno de nosotros tenía sus propios sueños. A mí amigo Demetrio Ruíz Malerva, no le gustaba que yo pensara en grandes obras para Tuxpan. Cuando le comentaba que había que luchar por el ferrocarril, por una autopista, por habilitar el puerto de altura.. me decía que había que ser práctico, que había que gestionar agua, alcantarillado…
Haber hecho una huelga exitosa en la secundaria técnica me privó de becas pero me relacionó para irme al Politécnico e incorporarme a la fundación del MNJR, del PRI, donde aprovechando que seguido veíamos al presidente Echeverría, a quien le expuse las necesidades de Tuxpan. No era como los farsantes de Morena. Luego envío secretarios encabezados Hugo Cervantes del Río. En la reunión que en el local de Bancomer se tuvo, se acordó y de inmediato se pusieron en marcha la construcción de muros de contención del Río, los muelles de mercados, d pesca y fiscal. Se prorrogó el permiso para que Tecomar siguiera operando en Cobos.
Hoy demandamos la terminación de las autopistas que nos comunican con Tampico y con Xalapa.
Platicar con Jorge Gutiérrez Morales, para mí , el mejor alcalde que ha tenido Tuxpan, era vibrar de emoción, por esa tierra.
Los asesinatos en Tuxpan, obviamente no son nuevos, pero no eran porque bandas criminales les estuvieran apuntando a comerciantes, industriales, hoteleros, ambulantes… y murieran porque se resistieran a extorsiones, chantajes y cobros de piso, eran por riñas comunes. Hoy, gracias a que las autoridades de Morena no sienten amor por esa tierra y le han entregado la plaza a los grupos criminales se viven horas de terror y todo por un Estado que está de espaldas a la sociedad.
Bien ha dicho Beatríz Paredes Rangel, urge romper el silencio. Por unos cuantos pesos que hoy nos da de apoyo o pensiones Morena, en el supuesto que que así fuera, que no lo es, no podemos callar ante está constante amenaza de perder la vida a manos de un crimen que es solapado por los morenistas.
Qué donde iba ese dinero antes? Es muy sencillo: a hospitales, vacunas, escuelas, universidades, medicinas, viviendas, carreteras..
Sin escuelas gratuitas, sin libros de texto gratuitos, sin desayunos escolares, sin becas, pero no a todos, únicamente a los mejores promedios, hospitales, centros de salud, vacunas, viviendas, lotificaciones, viviendas, parcelas, carreteras, IMSS, ISSSTE, Infonavit, Conasupo, Conaciy…ni yo no ningún pobre hubiera estudiado ni tendría salud, ni porvenir.
La única forma de recobrar la paz y volver a soñar en Tuxpan, es no votar por quienes con sus apoyos y pensiones quieren comprar nuestra voluntad para saquear a México y construir un régimen de Impunidad y sepulcral.
Hablemos y escribamos, no para complacer a nadie sino para despojar de su careta a los morenistas y aliados, que están puestos para censurar a los que los critiquen, aunque nada dicen de los diputados que cobijan a un señalado de violador como Cuauhtémoc, envabezados por Ricardo Monreal, que ya Juna Villoro, lo acaba de exhibir, como el más ridículo y servil, que por cierto debe explicar el laboratorio de narcos que se ha localizado en su feudo zacatecano, cosa que sus bufones van a querer silenciar en un descarado acto de complicidad.