Sin tacto Los Yunes Márquez

OPINION

Por Sergio González Levet

El eterno dilema de si un político nace o se hace, en el caso de los hermanos Fernando y Miguel Ángel Yunes Márquez (enunciados por riguroso orden alfabético) fue resuelto en casa por acumulación, porque ellos nacieron y se hicieron políticos dentro del seno familiar.
No podían ser menos con un padre tan zoon politicon y tan formidable para los asuntos de la res pública.
Desde su concepción –si me permiten el atrevimiento-, los dos hermanos fueron educados convenientemente y forjaron su carácter en el duro entrenamiento de las negociaciones interpersonales.
Su infancia fue conducción; su primera juventud, crisol; su madurez, formación. Así, llegaron a la arena con todas las herramientas y las armas para medrar en el azaroso mundo de la política.
Con tal educación, a propios y a extraños les resultó siempre natural que los vástagos de Miguel Ángel Yunes Linares iniciaran una carrera en el mundo de los cargos públicos, designados o electorales.
Miguel Ángel, el primogénito, saltó a la palestra como diputado local en 2004 y mostró el mismo temperamento de su padre y tocayo; temperamento que ha hecho famosos a ambos y que es pieza importante –muchas veces virtuosa- en su desarrollo como personajes públicos.
Como alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel jr. (que fue identificado casi de inmediato como “Chiquiyunes” gracias al ingenio siempre afluente de los creativos de Notiver) mostró sus cualidades como político y administrador.
Hizo crecer la modesta silla municipal del pueblo de pescadores y la convirtió en un decoroso sillón ejecutivo. Tan bien lo hizo que cuando se volvió a postular para el mismo cargo en 2013 ganó de calle con el voto de sus agradecidos gobernados.
Obvio, su segundo mandato fue más exitoso aún que el primero, con obras y vialidades que causaron el contento de los boquenses y de los innumerables visitantes que tiene el pujante municipio.
Fernando Yunes Márquez (Notiver: “Chiquifer”) no ha sido menos que su hermano e igualmente arrancó como legislador local de Veracruz en 2010. Dos años después llegó como Senador de la República y no obstante su juventud tuvo un papel muy destacado en la cámara alta, donde participó y presidió varias comisiones. En 2017 se lanzó como candidato a la alcaldía del Puerto de Veracruz, el ayuntamiento más importante del país desde el punto de vista histórico y consiguió un holgado triunfo que le permitió ocupar el cargo a partir del 1 de enero de 2018 a la fecha.
Los jarochos han manifestado su agrado por la administración del hermano menor –que no el más chico- de los Yunes Márquez. Ah, es importante dejar asentado que ambos participan activamente como miembros destacados del Partido Acción Nacional.
Ahí están los dos. Son referentes del panismo nacional y paladines electorales para todas las contiendas que hay en el futuro próximo.
Singularmente, ambos estarán desempleados en 2022 pero inactivos nunca, porque nacieron y se hicieron.

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