Sin tacto
Perros que ladran
Por Sergio González Levet
No, no voy a referirme hoy a ciertos politiqueros de la 4T que no saben argumentar y discutir con madurez, y solamente insultan, calumnian y gritan -en una metáfora, que ladran-.
Voy a hablar ciertamente de los perros que ladran. Los animales de compañía que por el descuido de la mayoría de sus amos se la pasan lanzando sus aullidos y sus chillidos en contra de los oídos y la paz de los vecinos y transeúntes que deben padecer, sin deberla ni temerla, los insoportables sonidos que surgen de las fauces de los bonitos canes.
¿Sabe usted por qué ladran tan estentóreamente casi todos los perros que viven en domicilios particulares? Yo me hice esa misma pregunta, y la respuesta la hallé en una página cuyo link pongo para quien quiera ahondar en el tema: https://www.hillspet.com.mx/dog-care/training/how-to-stop-a-dog-from-barking
Pero para quienes están cultivando la fiaca en este periodo vacacional, les adelanto una especie de resumen.
Oiga esto, señor amo de un can:
“Controlar los ladridos de su perro es una parte importante de su responsabilidad como dueño. Al fin y al cabo, los ladridos excesivos pueden resultar molestos no sólo para usted sino también para sus vecinos.”
Los perros ladran siempre por algún motivo. Lo hacen, por ejemplo, porque quieren llamar su atención. Tal vez lo hacen por hambre, por sed o porque están aburridos.
También esos animalitos de dios ladran cuando ven a otros semejantes suyos para invitarlos a jugar
Ah, y sobre todo un perro ladra cuando se queda solo. Los cánidos son animales que procuran la compañía del hombre, así que si usted es de esas personas desconsideradas que dejan a su mascota sola en casa todo el día, y con ello hace que sus prójimos se vuelva locos con sus gruñidos, cuando menos póngale una radio para que escuche voces humanas. O déjele una prenda de vestir sin lavar, que tenga el fuerte olor de algún miembro de su familia.
Y escuche esto, propietario de un perro al que no atiende para nada:
“En cuanto usted vuelva, juegue un poco con su perro y haga ejercicio con él. El perro le habrá echado de menos y no hay mejor manera de restablecer el vínculo.”
Y esto también:
“Algunos perros han sido educados para dar la alarma y es posible que usted quiera alentar esta conducta. Deje que su perro ladre para llamar su atención, pero hágalo callar en cuanto se haya asegurado de que no hay ningún intruso.
Los perros responden satisfactoriamente a la rutina, así que sea constante en su enseñanza y en su adiestramiento para que no ladre de más.
Y como receta, dejo este consejo:
“Recuerde que en la mayoría de los casos ladrar es una conducta normal de un perro. Sólo necesita tomar medidas cuando esto se convierte en algo irrazonable y perjudicial.”
[Dedicado en estas fiestas decembrinas a mis queridos y numerosos vecinos que tienen perros que no nos dejan dormir ni vivir. Que sean muy felices y que se nos cumplan a todos nuestros deseos de paz… y silencio.]