Sin tacto

OPINION

La vida sin Loret

Por Sergio González Levet

Después de una temporada gloriosa al frente de su noticiero cotidiano, Carlos Loret de Mola anunció el viernes 14 de julio que tomaría unas merecidas y necesarias vacaciones, y que regresaría con su programa hasta el 31 de agosto.

Eso quiere decir que a partir del lunes 17, el gran solitario de Palacio todas las noches a la 9 PM ha dejado de enojarse por las revelaciones que casi siempre hace el periodista originario de Mérida sobre corruptelas cometidas ya sea por sus colaboradores o por alguno de sus familiares en primera línea.

Sí, ha dejado de enfurecer por eso, pero se irritó visiblemente a las 21:00 h exactas del lunes a viernes de la semana pasada porque no ha salido “Loré” y pensó en lo que pudiera haber revelado de su Gobierno si no se hubiera tomado ese descanso. La cosa para el patriarca, es enojarse; es lo que mejor le sale… o lo único.

Para los seguidores del Mesías tropical, el pensamiento y las emociones son las mismas, porque por decreto presidencial no pueden tener otras que no sean las de su guía espiritual (y emocional, y gramatical, y económico, y social, y hasta parece que sexual).

Todos los cuatroteístas se encabritaron religiosamente a las 9 de la noche del lunes, martes, miércoles, jueves y viernes de la semana pasada, y lo harán hoy a esa misma hora, para seguir la línea marcada por el guía único, el maestro indiscutible del morenismo. No vaya a ser…

Y por su parte, los ciudadanos conscientes de México -que son la mayoría aunque en las encuestas cuchareadas mandadas a hacer por Chucho Ramírez los quieran desaparecer- cada noche de esos días y hora señalados han sentido como que le falta algo a su necesidad de información, a su urgencia de saber lo que realmente acontece y cómo es que sucede.

Dicen ésos que siempre lo saben todo que el mismo Carlos Loret de Mola llegó a pensar seriamente en interrumpir su descanso para volver a la tribuna y detallar el paso ascendente de la genial Xóchitl Gálvez, con sus contestaciones puntuales y divertidas a la ira desenfundada del Gobierno de la República, mandada a calumniar, a difamar, a soflamear contra la exitosa empresaria y política de origen indígena que se atrevió a ser más que las corcholatas, más que el propio Peje.

Aseguran también que Carlos la está pasando muy bien, y que todas las noches como colofón a su descanso se toma unos minutos para enterarse y reír de lo que la senadora hace cada día sin faltar, contra las fuerzas oscuras del grupo que detenta el poder.

Y por eso el gran solitario de Palacio ahora hace berrinches por partida doble, porque se enmuina por lo que no hace “Loré” y por lo que sí hace “Sóchil”, y no hay pastilla ni suero ni argumento que le hagan tranquilizarse.

Pero ya faltan solamente siete días para su atribulado corazón.

[email protected]

Please follow and like us: