Sin tacto
No está todo perdido
Por Sergio González Levet
Dice una conseja popular que cuando se obtiene una victoria el triunfo nunca es absoluto y cuando se pierde, la derrota no es total.
Tendrían que tomar en cuenta ese sabio refrán el Presidente y sus seguidores, que hoy están echando las campanas al vuelo y sienten que ya ganaron la elección presidencial del año entrante y que van a tener una mayoría absoluta en el Congreso de la Unión. Ésa que les va a permitir acabar con todas las instituciones de lo que ellos consideran el antiguo régimen e instaurar lo que llaman la Cuarta Transformación.
Pero también los oposicionistas derrotados ayer en el Estado de México y los ciudadanos que votaron por Alejandra del Moral tendrán que sacar juventud de su pasado y encontrar los ánimos para continuar su lucha en favor de la democracia y las libertades. Dejarse vencer por la desesperanza, es lo peor que le puede suceder a las masas nacionalistas en este momento.
Ya iremos conociendo cuáles fueron los elementos y las condiciones que llevaron al triunfo a la maestra Delfina Gómez, qué tanto intervino el poder oficial en su favor, en qué medida hubo una elección de Estado y de qué manera -si sucedió, como muchos sospechan- el partido oficial y el Gobierno violaron las leyes electorales.
Ganó la maestra Delfina, pero no hay que hacer mucho esfuerzo para entender que perdieron los mexiquenses porque tendrán a una Gobernadora que no ha mostrado capacidades verdaderas en los pasados puestos públicos que ha ocupado.
Seguirá pesando sobre ella el señalamiento de que le quitó el 10 por ciento de sus salarios a los empleados del Ayuntamiento de Texcoco cuando ella fue alcaldesa y que como Secretaria de Educación dejó muchos millones de pesos gastados sin aclarar debidamente ante la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública.
Será una mala administradora del estado que tiene el mayor número de habitantes; una pésima mandataria; una gobernante con muy pocas simpatías públicas.
No le hago al pitoniso, pero es seguro que con el paso de los meses muchos ciudadanos del Edomex estarán pensando que se equivocaron al elegir a la maestra, cuando ella empiece a seguir los pasos de su Patriarca; cuando entregue los mejor de los recursos de su estado para que AMLO siga manteniendo sus carísimos programas sociales/electorales; cuando deje de hacer obras para regresar al Gobierno federal lo que estuvo presupuestado para el pueblo mexiquense.
Será adalid de los subejercicios y las devoluciones, y en la mañanera aparecerá también como “una bendición” para sus gobernados y como la gobernadora “honesta, honesta, honesta”, aunque muy incapaz.
No, Andrés Manuel no ganó todo ayer, aunque tuvo un triunfo sonado. Pensar así es entregar el país cuando aún queda la esperanza. Resta una gran lucha ciudadana por delante de aquí al primer domingo de junio del año entrante.
Será la garra suave.