Sin tacto
¿Y si no fuera mentira?
Por Sergio González Levet
Nos tienen los morenistas tan acostumbrados a las mentiras, que prácticamente nadie ha querido creer en las declaraciones oficiales respecto de la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es cierto que en las primeras horas hubo un vacío informativo que fue mal llenado por una lastimosa declaración del vocero Jesús Ramírez, que negó categóricamente a un reportero de El Universal que el mandatario hubiera tenido un problema de salud en Yucatán, y hasta se atrevió a embusterear que seguía en la gira programada en Mérida, cuando en realidad ya viajaba en un avión del Ejército hacia la Ciudad de México.
Y el colmo fue cuando minutos después de la mentirota de Chucho salió un tuit desde la cuenta de López Obrador donde decía con un lenguaje diferente al usual que estaba contagiado de Covid-19 por tercera vez, y que se iba a resguardar para salir del cuadro y evitar que contagiara a alguien más.
(En esta comedia de enredos, el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, informó ayer que él mismo también estaba aquejado por el coronavirus y que entraba en tratamiento, cuando había estado en reunión con el presidente hace algunos días. ¿Será que fue el único contagiado por el SARS-Cov2 presidencial?).
El lunes siguieron las dudas cuando el Secretario de Gobernación, de suplente en la mañanera, titubeó al responder a las preguntas sobre el estado de salud del Presidente y trastabilló cuando le preguntaron quiénes lo estaban atendiendo y cuál era el desarrollo de la enfermedad.
Ese mismo día, las redes se llenaron de falsas noticias, de sentires de todo tipo a favor y en contra de la integridad del mandatario, de especulaciones sin fin, de opiniones expertas sobre la impertinencia de los reportes dados desde el ámbito oficial.
El martes, en la segunda mañanera de Adán Augusto, el doctor Jorge Alcocer Varela salió a la palestra a decir que el Presidente estaba bien de salud, que su corazón estaba al cien, que tenía la presión arterial baja, que estaba superando el cuadro sintomático de la Covid gracias al paracetamol y que solamente necesitaba de un absoluto reposo, porque estaba agotado.
El resto del martes fue lo mismo: más falsas noticias, más sentires, más especulaciones, más opiniones, y muchos buenos deseos de una satisfactoria recuperación para el ilustre paciente.
A eso se añadió la noticia de que este miércoles a las 11:30 de la mañana se citó a reunión a los 22 gobernadores morenistas y aliados en Palacio Nacional, supuestamente con el propio Presidente de la República… y entonces todo el mundo se empezó a hacer bolas, tanto los extraños como los propios.
Pero también queda en el aire la pregunta: ¿Y si es cierto que el Presidente tiene Covid? ¿Y si no le dio un accidente vascular? ¿Y si no está afectado seriamente y continuará gobernando hasta el 30 de septiembre de 2024?
¿Y si por esta única vez están diciendo la verdad?