
Punto de Vista
* Elecciones que contrastan
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
Los consejeros de Martín Aguilar Sánchez, rector de la Universidad Veracruzana (UV) le sugirieron aprovechar que la atención de la sociedad estaba dirigida al proceso electoral, para anunció -de manera por demás escueta- que estaba solicitando una “prórroga” de cuatro años para continuar al frente de esa casa de estudios del estado. *** La jugada, sin embargo, no resultó como él esperaba, pues reconocidos personajes de la vida universitaria se anticiparon y salieron a exigirle a la Junta de Gobierno que no se preste a componendas y que emita en tiempo y forma la convocatoria para el relevo en la UV. *** Aguilar Sánchez se tomó el tiempo para asegurar (no vaya a ser que surjan los mal pensados) que su único interés es “continuar trabajando por la UV” y les prometió a los veracruzanos que “todo el proceso está apegado a la ley”, lo que -por supuesto- no es verdad. *** En efecto, los rectores en la UV cumplen un período de 4 años y al final de éste pueden aspirar a que se le conceda un nuevo mandato por un tiempo similar, pero eso se consigue participando en la convocatoria que emite la Junta de Gobierno. Martín Aguilar pretende brincarse ese paso y que sea la propia Junta de Gobierno la que le otorgue su “prórroga”. *** Un factor que le impide al actual rector continuar al frente de la UV, es que para cundo iniciara su segunda etapa ya habría rebasado los 65 años, edad límite que establece la legislación universitaria y que él cree superar, porque cuando fue nombrado rector, hace 4 años, aún no tenía esa limitación. *** Es lo que en el lenguaje de los abogados de conoce como “una chicanada”. *** Martín Aguilar debe dejar la UV una vez que concluya su actual período y dedicarse a ayudar a la institución desde la trinchera que le toque. Todo lo demás es mera voracidad.
* * *
Para cuando se escribían estas líneas -cerca de las 9 de la noche- no era posible anticipar cifras concretas de este proceso electoral. Hubo, sin embargo, señales de lo que se confirmará en los próximos días.
Quizá el dato más importante es que la participación estuvo por debajo de las expectativas. Hay quienes sugieren que la campaña por la elección judicial terminó complicando el panorama entre el electorado.
A eso, sin duda, se debe sumar la violencia que sí estuvo presente en las semanas recientes, que en muchos casos provocó que los ciudadanos optaran por no salir de sus casas.
En términos generales se habrían cumplido los pronósticos, quizá variando en las diferencias entre las fuerzas políticas que contendieron. Morena será el partido que más municipios se adjudique y le seguirá -como ya muchos habíamos anticipado- Movimiento Ciudadano.
El PRI demostró que, a pesar del desgaste de los años recientes, conserva una sólida estructura y un “voto duro” que lo mantiene en la contienda. El que parece haber perdido gas es Acción Nacional, que estaría más cerca de “la chiquillada” que de los contendientes.
El Partido Verde estaría pagando las consecuencias de mantener su alianza con Morena, una coalición que se plasma en el papel, pero que en las urnas se ve cada día más lejana.
El Partido del Trabajo decidió en esta ocasión “jugar solo”, pero si la estrategia no se apuntala con más trabajo en las bases, las ganancias terminan siendo apenas testimoniales.
Se vienen días de gran estridencia entre los partidos políticos, pero poco a poco, conforme se cierre los conteos preliminares, las aguas tomarán su nivel. Ese es uno de los mayores méritos de un proceso electoral tan trabajado, tan afinado.
Justo lo que le faltó a la fallida elección judicial.
Sin importar los resultados en ese bodrio electoral, lo que sí será una absoluta mentira es que “los mexicanos eligieron a los jueces”. No pudieron hacerlo porque no los conocían, y si algunos nombres tuvieron ventaja, fue porque aplicaron la estrategia del “acordeón”, siguiendo el ejemplo del “cabecita blanca”, el expresidente López Obrador.
En Veracruz, por empatarse elecciones municipales y judiciales, el contraste fue más evidente. Votar por el alcalde sí está al alcance del raciocinio popular, pero elegir entre decenas de nombres que no les resultan conocidos, y cargos que ni siquiera sabían que existían, eso terminó siendo una burla, que pronto pagaremos al momento de exigir justicia.
No fue una jornada pacífica, ni mucho menos. Acaso debemos agradecer que “la sangre no llegó al río” y que, aunque sea a garrotazos, los ciudadanos vivieron una nueva jornada cívica. Son los ciudadanos los que hoy se merecen los aplausos.
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Epílogo.
Bien dicen que “honrar honra” y es justo reconocer que la presidente Claudia Sheinbaum le dio un tono distinto a la conmemoración del Día de la Marina, al rendirles homenaje a los marinos caídos en la prestación de sus servicios y en particular a los cadetes América Yamilet Sánchez, de 20 años, oriunda de Xalapa, Veracruz, y Adal Jair Marcos, que fallecieron tras el choque del buque Cuauhtémoc en Nueva York. *** “Nuestro corazón está con ellos y con sus familias», dijo Claudia Sheinbaum y recordó también a los tripulantes del Potrero del Llano y del Faja de Oro, buques petroleros mexicanos que sufrieron ataques por submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
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