Prosa aprisa
Me fabricaste un delito, recuerda Flavino a Yunes
Arturo Reyes Isidoro
Comenté ayer que hablaba bien del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares que se solidarizara con excolaboradores suyos hoy caídos en desgracia, que están ahora en prisión, que no los dejara solos a su suerte y que saliera a dar la cara por ellos.
Y es que el polémico exmandatario denunció que su exsecretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, y su exsubsecretario de Finanzas, Bernardo Segura, “son víctimas” de una “brutal e injusta persecución” por parte del actual gobierno a través de su brazo ejecutor la Fiscalía General del Estado.
Su queja y reclamo movió entonces a que el exgobernador interino, Flavino Ríos Alvarado (sucesor de Javier Duarte) le recordara que él fue igual. La noche del miércoles, en su cuenta de Twitter, publicó: “Miguel Ángel Yunes es huérfano, se le olvida que me fabricó un delito y que la justicia federal resolvió que no existía, ni la posibilidad de que lo hubiera cometido y ahora se queja de persecución política”.
El prestigiado notario público de Minatitlán fue detenido en marzo de 2019 por elementos de la Fiscalía General del Estado, entonces a cargo de Jorge Winckler Ortiz (hoy prófugo), acusado de incumplimiento de un deber legal y tráfico de influencias, de haber ayudado a huir a Duarte.
Estuvo unos días en la cárcel y ante un problema de salud que presentó, la juez del caso cambió la medida cautelar por prisión domiciliaria, pero finalmente, dos años después, fue absuelto por un juez federal.
En la política y entre políticos que llegan al gobierno es recurrente excederse en el uso del poder y proceder contra adversarios políticos, buscando la justificación que mejor les acomode, pero luego se les olvida y ya de nuevo ciudadanos, cuando les toca sufrir las consecuencias de lo mismo que fueron autores, entonces se dicen víctimas y reclaman justicia.
Muchos años ya, testigo de la vida pública de Veracruz, sé que esta práctica es recurrente, tanto la del abuso del poder como la de caer en desgracia judicial cuando ya no se tiene el poder, que es cíclico, y por eso he comentado que por mi experiencia veo como candidata natural a terminar algún día reclusa en Pacho Viejo o prófuga de la justicia a la actual fiscal, Verónica Hernández Giadáns, porque, complaciente, ha ejecutado todo lo que le han ordenado y en la rueda de la fortuna ahora está en lo alto pero ya le tocará estar abajo.
Fuga de gases habría provocado una implosión
Utilizando el mismo argumento duartista de aquí no pasa nada, la versión oficial insiste en que “no hay ningún daño” y que “es falso totalmente” que hubiera cuarteaduras en el edificio del Centro Estatal de Cancerología (CECAN), que la mañana del miércoles sufrió “vibraciones” que motivaron el desalojo y la evacuación de 400 personas, incluyendo a los pacientes, no dándose a conocer hasta ahora en forma oficial la causa que motivó la emergencia.
Ayer el propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez insistió en minimizar lo sucedido, descartó que hubiera daño estructural en el edificio, pero sin embargo habló de la posibilidad de contratar un despacho externo para que realice un peritaje a fondo, como si en la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas no hubiera técnicos y peritos calificados que realicen tal tarea.
Ya tarde, la misma noche del miércoles cuando el edificio se cimbró, se me filtró la posible causa. Se me dijo que un dictamen de Protección Civil decía que había habido una implosión en el sótano del edificio derivada de una gran cantidad de gas medicinal que se estaba fugando, no sabían si con contenido de hidrógeno u oxígeno, o una combinación de ambos, y que sí se había dañado la estructura del edificio.
Ayer, personal que tiene acceso al área me confirmó que sí había daños en pisos, techos, paredes y columnas que soportan el edificio en los pisos 2 y 3 de cinco y que en efecto había habido una fuga de gases por falta de mantenimiento de las instalaciones desde que entró el nuevo gobierno.
También se me comentó que había mucha preocupación por el traslado de varios pacientes con cáncer al pabellón de psiquiatría, tanto porque era inadecuado que enfermos de ambas áreas estuvieran juntos como porque no había ahí suficientes contactos eléctricos necesarios para conectar los equipos para quimioterapias, además de que se sospechaba que algunos pacientes trasladados estaban contagiados con Covid-19.
Extraña que no obstante que se afirma que el edificio no está dañado no se ha regresado a los pacientes ni al personal que los atiende y, según me confirmaron mis fuentes, ayer las instalaciones continuaban vacías.
No se tiene idea con qué versión saldrán finalmente, pero es indudable que las autoridades de salud no estaban preparadas para una emergencia como la que se presentó, que habría responsabilidad de alguna autoridad por la fuga de gases y que el edificio bien pudo haberse venido abajo con consecuencias fatales.
La delincuencia, arraigada en el estado
De lo único real que nos hablan los hechos de violencia sucedidos en la región de las Alta Montañas el miércoles pasado es que la presencia de la delincuencia está arraigada y que es tal su poderío que tiene capacidad para enfrentarse a las fuerzas del estado.
Eso pone en evidencia la utilidad de las llamadas Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz que se vienen celebrando en diferentes ciudades del estado y cómo las policías están rebasadas por los grupos delincuenciales.
Es entendible que las autoridades proclamen avances en su política de seguridad y disminución en los índices de delitos, pero no hay día en que los medios informativos regionales de toda la geografía estatal no informen lo mismo de la desaparición de jovencitas que de levantones o secuestros, así como de ejecuciones sobre todo de jóvenes y de hallazgos de cadáveres además de fosas clandestinas conteniendo restos humanos.
El actual gobierno ya cumple casi tres años y la delincuencia lo hace ver mal. Para preocupación de los veracruzanos, no se ve una solución del problema a corto plazo.
La oposición está por hacerle el vacío en la revocación de mandato
Ahora que el presidente Andrés Manuel López Obrador anda como gallito de pelea promoviendo la consulta para la revocación de mandato en marzo del próximo año, esto es, para conocer si los mexicanos quieren que continúe o no en el gobierno, parece que la oposición le hará el vacío, que no le hará el juego y ayer ya dio el primer paso al anunciar tanto el PAN como el PRI, el PRD y MC que no darán su voto en el Senado para sacar adelante la reglamentación de dicha consulta en un periodo extraordinario.
A AMLO le quedó la espina clavada luego del vacío que le hizo el electorado en su consulta para tratar de llevar a juicio a los expresidentes y quiere dar una demostración de fuerza en la consulta que tendría lugar el próximo año.
La actitud de la oposición podría jugar a favor del gobernador Cuitláhuac García Jiménez para que no se sometiera al mismo tipo de consulta, cosa que ha tratado de evadir desde la pasada y fallida Reforma Electoral que le aprobó el Congreso local pero que le echó abajo la Suprema Corte de Justicia de la Nación.