Nadie escapa al Juicio Final. Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Si no le creemos a los criminales que con la promesa de dejar en libertad o por lo menos reducirles la condena, señalan, sin prueba alguna, a Genaro García Luna, de haber trabajado para el narcotráfico, todos son inocentes y digo todos, porque ahí se enjucia al que fuera su jefe y a quien lleva las riendas actualmente del país; pero si, si hacemos una abstracción y por un momento pensamos que son unas blancas palomitas, dignas de todo crédito, entonces concluiremos que Genaro García Luna, es culpable, y con él, también resultan culpables Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, de haber estado al servicio de la delincuencia organizada, por haber sido señalados, en su momento, de manera directa o indirecta. En política, no hay punto medio, en centro es un punto muerto. Se hace política cuando se toma partido. Independientemente del fallo judicial, usted tiene un fallo, coincida o no con el que se dará por las autoridades judiciales de los Estados Unidos. Cualquier cosa puede suceder. Recuerden no hace muchos años se juzgó a una estrella deportiva por asesinato y no obstante que toda la opinión pública lo encontraba culpable, el juicio de los jueces lo declaró inocente. Eso mostró la corrupción que priva entre los juzgadores norteamericanos, pero el sistema de testigo protegido es una porquería, que nada bueno dice de esa justicia.
En el juicio de García Luna, simplemente llamar a crininales como testigos con el ofreciniento de liberarlos o reducir sus días en prisión, es saber de antemano, que van a lanzar todos los ilícitos que quiera la autoridad contra la persona que testimonian, pero además, es repugnante que los jueces validen esos testimonios sin prueba documental alguna. Esto ya hace del juicio contra Genaro Garcia Luna, una burla, pero si a esta mascarada, le agregamos el cínico sobresalto del jurado para impedir que la petición del abogado defensor De Castro, en el sentido de que testigos protegidos en anteriores juicios habian relacionado a Amlo, con el narcotráfico, puso a los jueces de Brooklyn, bajo sospecha de actuar bajo pedido y tener la consigna de proteger al presidentes López Obrador ¿ A cambio de qué?, sospecha que cobró fuerza desde el momento de que Amlo, dio a conocer que demandaría a la defensa por daño moral, con lo que dio por cierta la mención que en el juicio se le hace. Un inteligente asesor le hibiera dicho que dejara pasar esa mención, pero entre sus asesores no tiene uno inteligente o no escucha a nadie.
En un sexenio donde se libera al hijo del Chapo, la madre del narcotraficante más connotado de México, el presidente pide que se le llame Señor Guzmán Loera, ponen a operar al narcotráfico para favorecer a Morena en las elecciones del 21, en toda la cuenca del Pacífico, el presidente visita la guarida del Cártel más apapachado por el actual gobierno, es muy difícil que halla alguien que no piensa que tenemos un Estado en manos del narcotráfico.
El juicio de Brooklyn, independientemente de lo que haga, ya resolvió que México es un Narcoestado, cuyo presidente hace todo hoy para destruir al INE y revivir leyes draconianas en contra de los medios de comunicación para perpetuarse o imponer algún incondicional, que le cubra sus sinvergüenzadas y lo libre de ser juzgado por las autoridades nacionales o los tribunales internacionales, por violar tratados que de acuerdo al artículo 133 Constitucional, son parte de nuestra máxima legislación.