Alianza PRI-PAN, ¿perjudicial?

Enrique Yasser Pompeyo

Para algunos panistas, la alianza del Partido Acción Nacional (PAN) con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con miras a las elecciones de 2024 es su “sentencia de muerte”.

Personajes como los senadores Gustavo Madero, Germán Martínez y Damián Zepeda coinciden en señalar que la coalición con el tricolor representa un fracaso electoral, un “suicidio”.

Ya inmersos y adelantados en la sucesión gubernamental del próximo año, por lo menos el partido en el poder, los partidos de oposición se ven aletargados, sin rumbo ni definición, tanto a nivel nacional como en Veracruz.

Para los ex dirigentes nacionales del blanquiazul, la alianza con el tricolor en lugar de sumar, les resta y les daña por la imagen de corrupción que percibe la población de ese instituto político.

Además, la lectura de esa alianza es que hay más interés de los dirigentes por tener el control de los mismos, obtener espacios para sus allegados y mantener su supervivencia que conformar una verdadera alianza con los ciudadanos.

De acuerdo con las encuestas, existe un rechazo del 65 por ciento de la población hacia el Revolucionario Institucional, está muerto y es un zombi, aseguran; de manera que la coalición opositora no podría ganar en 2024 con ese nivel de rechazo.

Lo peor, señalan, es que en el pasado reciente el PRI fue aliado de Morena en varias reformas.

¿Cuál es entonces la solución? ¿Cuál es la alternativa?

Actualizar el mapa, ver con ojos nuevos la nueva realidad electoral y política del país, además de realizar un proceso amplio, público, transparente con los ciudadanos para elegir al candidato presidencial y en el estado de Veracruz para la gubernatura.

De no existir una competencia real con el apoyo de la población, los partidos de oposición nada tienen que hacer en 2024, pues no serán competitivos ni mucho menos podrán ganarle a Morena.

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