Mesa de Redacción
Violencia en zona centro
Enrique Yasser Pompeyo
Pese a los discursos triunfalistas, la inseguridad y los hechos de violencia continúan en la entidad veracruzana; en los últimos días se han registrado particularmente en la zona centro del estado.
Apenas este miércoles, en el municipio de Maltrata fue localizado el cuerpo de una mujer a un costado de un camino de terracería en la colonia Heriberto Jara Corona. El cuerpo presentaba impactos de arma de fuego.
En ese mismo municipio y ese mismo día, fue hallado el cuerpo de un hombre el cual se encontraba semi enterrado en la parte baja de un cerro, por cierto, en la misma colonia, la Heriberto Jara Corona.
En el municipio de Omealca, hace unos días, se registró un ataque armado en un taller mecánico, una persona del sexo masculino fue asesinado y otro quedó herido de gravedad.
En la localidad San Rafael Calería del municipio de Córdoba, otro hombre fue atacado a balazos cuando viajaba en su camioneta y sobrevivió. En este caso, el agresor fue detenido.
En el municipio de Chocamán, un hombre y una mujer fueron baleados en su domicilio. La persona del sexo femenino perdió la vida y el varón fue trasladado grave a un hospital.
Otro caso delicado fue el levantón de dos guardias de seguridad de una pensión de tráileres en la localidad Rancho Trejo, del municipio de Amatlán de los Reyes.
Un crimen que fue muy mediático fue el de un profesor y abogado, quien fue asesinado a balazos en su casa en el municipio de Córdoba. Además, era director de la Escuela Secundaria General Número 3.
Por cierto, en esta ola de inseguridad y violencia que prevalece en la entidad, un hombre que se desempeñaba como director de Bienestar municipal fue asesinado a balazos en el municipio de Tlapacoyan.
Estos son tan sólo unos cuantos ejemplos de los crímenes que se registran en una región, pero de manera cotidiana se reportan en las zonas norte y sur de Veracruz.
La supuesta seguridad y tranquilidad que, aseguran las autoridades, hay en el territorio estatal, han sido rebasadas por los grupos delincuenciales, sin que las fuerzas del orden puedan hacer algo para frenarlos.
