
Mesa de Redacción
Cuentas públicas
Enrique Yasser Pompeyo
La Cuenta Pública del Ejercicio Fiscal 2024 deberán entregarla ayuntamientos, entes autónomos y órganos descentralizados, a más tardar, el próximo 30 de abril al Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz (ORFIS).
Una vez que las recibe el Congreso del Estado, tras quince días aproximadamente las remite al organismo fiscalizador.
Hasta el momento, el ORFIS ha recibido entre el 30 y 40 por ciento de las cuentas públicas de un total de 310 entes obligados.
Ya desde el Palacio Legislativo se lanzó la advertencia de que no se limpien las cuentas públicas que, en el caso de los municipios, son las penúltimas de las actuales administraciones locales.
El diputado presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Esteban Bautista Hernández fue claro al señalar que la Comisión de Vigilancia tiene la instrucción de llevar las cosas con mucha honradez, ética y profesionalismo.
De lo que se trata es que haya eficiencia, responsabilidad y transparencia en la administración de los recursos para cerrar cada gestión de manera satisfactoria y en orden.
Para Bautista Hernández lo que se quiere en Veracruz es armonía, comunicación y que todos los recursos se apliquen “donde nuestras comunidades lo están pidiendo”.
Para que no quedara duda alguna del actuar de los diputados integrantes de dicha comisión, el líder del Congreso advirtió: “nada de extorsionar a los municipios, nada de limpiar cuentas ni de recibir recursos a espaldas de los compañeros”.
¿Le harán caso al presidente de la Junta de Coordinación Política?
¿Les llegarán al precio a los diputados integrantes de la Comisión de Vigilancia?
¿Ocurrirá lo mismo que sucedió en la legislatura anterior, en donde hubo señalamientos hacia varios diputados por presuntamente cobrar moches?
Porque en el caso de varios municipios, las denuncias públicas por presuntas irregularidades en el manejo de los recursos han sido constantes por parte de sectores de la población y de varios personajes políticos.
Ya se verá si salen con observaciones por presunto daño patrimonial o, por el contrario, las cuentas públicas quedan limpias.