Mesa de Redacción

OPINION

 

Medellín, Isleño y la misoginia

Enrique Yasser Pompeyo

Con la salida de Andrea González Maza de la Dirección del Instituto Municipal de las Mujeres del Ayuntamiento de Medellín de Bravo, nuevamente se confirma la misoginia del alcalde Marcos Isleño Andrade.

La Red Nacional de Mujeres Defensoras de la Paridad en Todo, Capítulo Veracruz, y el Movimiento Amplio de Mujeres Veracruz-Boca del Río es puntual en sus señalamientos: hubo agresiones y presiones en el despido de la directora.

Andrea González Maza fue víctima de un constante acoso y violencia institucional por parte de las autoridades municipales.

Lo grave es que no sólo fue el alcalde Marcos Isleño Andrade, sino también otros ediles y funcionarios.

Hay varios aspectos a destacar. Durante la mayor parte de su gestión, Andrea González no contó con una oficina ni recibió apoyo institucional y financiero para hacer resguardos, a pesar del elevado volumen de casos de violencia contra las mujeres que se registra en Medellín, cuya incidencia es de las mayores de toda la entidad.

De acuerdo con la Red, por esta razón y por instrucciones de las autoridades municipales, Andrea González Maza dejó de asistir a las Mesas de Seguridad y Construcción de la Paz convocadas por el Gobierno del Estado de Veracruz, precisamente para evitar que se evidenciaran las omisiones y presiones municipales ante esa instancia de intermediación, así como las degradantes condiciones en las que opera el Instituto.

Es más, el Instituto Municipal de las Mujeres de Medellín no cuenta con los elementos mínimos necesarios para atender los asuntos de su competencia, pues no se le proporcionan vehículos, viáticos, ni personal profesional para trabajo social, atención psicológica, asistencia jurídica y administrativa, razón por la cual muchos de los casos de violencia contra las mujeres acontecidos en Medellín tienen que ser atendidos en los institutos de Veracruz y Boca del Río.

El acoso y la violencia institucional fue informada por Andrea a través del chat que comparten las autoridades de la mesa interinstitucional de la zona metropolitana con autoridades del Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM), el cual, por cierto, no le ha brindado ningún apoyo.

La violencia de género en contra de Andrea González Maza no cesó hasta su despido al cargo de directora del Instituto de la Mujer, cuando el alcalde se enteró que estaba embarazada.

Por denunciar toda esta violencia, Andrea González es víctima de acoso, difamación y violencia digital por parte de los ediles del Ayuntamiento de Medellín de Bravo, a quienes hace responsables de cualquier daño que pueda sufrir ella o su familia.

De manera que las integrantes del Movimiento Amplio de Mujeres Veracruz-Boca del Río y de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de la Paridad en Todo Capítulo Veracruz exigen a las autoridades del Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) y competentes que le brinden a Andrea González toda la atención y el apoyo necesario hasta que cese la violencia de género en su contra, que sea restituida en el cargo y que se le repare el daño psicológico, social y laboral que se le causa.

Este no es el primero ni el único caso de violencia y de misoginia por parte del alcalde Marcos Isleño Andrade, quien, como se recordará, golpeó a una mujer al grado de ser internada en un hospital por la gravedad de los golpes.

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