Mesa de Redacción
Crímenes policiales
Enrique Yasser Pompeyo
El dato es revelador y preocupante. Más del 60 por ciento de los policías municipales en el estado de Veracruz carecen del Certificado Único Policial (CUP). Los datos son de la Secretaría Ejecutiva del Sistema y del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Es decir, menos del 40 por ciento de los elementos de esas corporaciones cuentan con dicho documento, lo que permite observar, de entrada, la constante violación a los derechos humanos de los ciudadanos.
De ahí la urgencia para que se avance en la implementación del modelo nacional de Policía y Justicia Cívica.
En ese contexto, llama la atención que de los 5 mil 855 policías de la Secretaría de Seguridad Pública, el 92.3 por ciento cuenta con la CUP, y a pesar de ello continúan con las agresiones y crímenes contra la población veracruzana.
La denuncia de las familias y de los afectados es la misma: policías detienen a jóvenes, los golpean, les roban, los intimidan y les quitan sus identificaciones con la amenaza de levantarlos si denuncian.
Cabe recordar que están pendientes, entre muchos otros casos, tres que fueron mediáticos donde varones murieron presuntamente a manos de policías estatales.
Se trata de Carlos Landa (mayo de 2020); Gustavo Ortiz (octubre de 2020); y Gerson Castro (diciembre de 2020).
Pero a lo largo de los seis años de la actual administración estatal han sido constantes las denuncias por agresiones, vejaciones y amenazas por parte de los elementos policiales en todo el territorio estatal.
A esta situación se suma la opacidad de la Fiscalía General del Estado, pues ante la exigencia de las familias para dar a conocer los resultados de las investigaciones, solo han obtenido silencio, lo que mantiene en la impunidad a los presuntos responsables de los crímenes.
Más allá de dotar de unidades, armamento y equipos a los policías, tanto municipales como estatales, la prioridad debería ser la evaluación y aplicación de exámenes de control y confianza para tratar de evitar que incurren en abusos o en el peor de los casos en asesinatos de personas inocentes.
