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OPINION

¿Incumple Cuitláhuac a Obrador?

Enrique Yasser Pompeyo

El pasado sábado 10 de junio en el municipio de Álamo, durante su gira presidencial, Andrés Manuel López Obrador instruyó al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez para que su administración aportara el 50 por ciento de los recursos para poder pagar de manera universal la pensión a personas con discapacidad.

Cinco días después, el jueves 15, en ese mismo municipio, la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes y el mandatario estatal encabezaron la firma del convenio para la universalidad de la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad que permitiría ampliar el padrón de derechohabientes, con aportación económica a partes iguales entre los gobiernos de México y del estado de Veracruz.

Con la firma del convenio, en Veracruz se incorporarían nuevos derechohabientes desde cero hasta 64 años con discapacidad permanente.

En un comunicado se detalló que este año, el pago bimestral sería de dos mil 950 pesos. En el estado de Veracruz, este año el padrón de derechohabientes de la pensión es de 95 mil 304 personas con discapacidad, con inversión social anual de mil 696.2 millones de pesos.

A través de este convenio para la universalidad, 65 mil 579 personas con discapacidad serán incorporadas, con inversión social de mil 160 millones 748 mil 300 pesos, de los cuales, la aportación del Gobierno de México asciende a 580 millones 374 mil 150 pesos y la del gobierno del estado una cifra similar.

Incluso, el gobernador Cuitláhuac García destacó que, a cinco días del compromiso que hizo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, se concretaba la firma de este convenio que beneficiaría a las personas con discapacidad, “lo cual es posible al quitar privilegios a los de arriba para ahorrar y atender esta demanda”.

Pues a casi tres meses de aquella firma de convenio, el gobernador veracruzano no ha aportado la parte que le corresponde.

Al parecer, Cuitláhuac García Jiménez sólo acudió para tomarse la foto pastelera, mientras miles de personas con discapacidad carecen del apoyo prometido.

Al final, quien queda mal no es el gobernador, sino que hace quedar mal al propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

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