Mesa de Redacción
Giros negros en Xalapa
Enrique Yasser Pompeyo
Un supuesto sobrino del alcalde de Xalapa Ricardo Ahued Bardahuil abrió un “table dance” y pretende abrir otro sin que las autoridades hagan algo al respecto.
“Players” opera en la calle de Altamirano número 151, a un costado de la Escuela Motolinía, mientras “Sporties Xalapa” se localiza en la avenida Circuito Presidentes 320 de la colonia Zapata, con permisos para operar como restaurante-bar.
Ambos se encuentran rodeados de planteles escolares, iglesias y no respetan los horarios que marca el reglamento municipal.
Entre los vecinos hay temor, tanto a los problemas de escándalos e inseguridad, como a las represalias que este sujeto pueda tomar contra ellos.
Los afectados piden guardar el anonimato, ya que, en una reunión con autoridades municipales, empleados de los bares tomaron fotografías y grabaron con teléfonos celulares.
Ante esta situación, solicitan al alcalde Ricardo Ahued Bardahuil que no permita que continúen operando estos dos centros nocturnos, pues les han afectado su paz, tranquilidad y armonía de la ciudad.
Asimismo, le piden al presidente municipal que ponga un alto a su supuesto “sobrino”, quien traficaría con sus influencias y abusa de la autoridad.
Cabe mencionar que hace unas semanas fue clausurada la sucursal de Circuito Presidentes, lo que provocó la molestia del propietario, quien habría mandado a intimidar al personal de Protección Civil por atreverse a cerrarle su negocio y colocarle los sellos.
Aunque el alcalde aplaudió la medida a petición de los vecinos del lugar quienes le manifestaron su inconformidad por la operación de este antro, ahora, el dueño pretende abrirlo nuevamente el próximo 31 de agosto (como lo anuncia en sus redes sociales) y habría amenazado al personal de Protección Civil para que no vuelvan a molestarlo, pues presuntamente habló con su “tío” y le habría dado permiso de volver a abrirlo.
Incluso, supervisores de Protección Civil expresaron su temor, tanto a perder su empleo, como a cualquier atentado contra su integridad física, pues afirman que el dueño es una persona violenta y presume una relación cercana con quien puede hacerles daño.