Los traficantes de la historia.

OPINION

Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Ningún grupo domina sólo con la fuerza bruta, sólo con las armas. Si ya está instalado en el poder necesita legitimar y justificar su origen y su ejercicio. Si pretende el poder necesita de ir construyendo su propia hegemonía, que puede alcanzar mucho antes del asalto a la dirección del Estado. Convencer para vencer dijera Reyes Heroles.
El grupo de La Profesa, integrado hasta por inquisidores, que utilizo al militar realista Agustín de Iturbide, para suplantar a los insurgentes y firmar el Tratado de Córdoba, con el objeto de dejar intactas las instituciones coloniales y sus privilegios, no sólo cuidaron que la Junta Gubernativa, que de acuerdo al Plan de Iguala se formaría, estuviera integrada por puros combatientes contra la independencia, que de última hora se habían quitado la chaqueta realista para ponerse la chaqueta independentista, se dieron al tarea de echar a andar todos sus recursos doctrinarios para que aceptarámos ese gato por liebre que nos dieron esa banda de rufianes que aprovecharon la crisis por la que atravesaba el movimiento insurgente para hacerlo firmar un Plan siniestro que los ponía a salvo de las reformas liberales que se restauraban en España y a los pueblos que por más de trecientos años habían sufrido su explotación a que siguieran padeciendo el latifundio, la gran hacienda, el Mayorazgo, el despojo y la flagelación, que únicamente fueron abolidos, por lo menos legalmente, hasta las reformas juristas y de la Revolución mexicana. Ese es el verdadero origen de nuestro atraso.
Los llamados intelectuales orgánicos de los dominadores, en cada etapa de nuestra hostoria se han encargado de ponerle la envoltura que les conviene a los hechos para hacerlos pasar como neutrales y obras inevitables que tenemos que aceptar por haber sido expulsados del paraíso o designios divinos.
Todas las relaciones de explotación y dominación siempre han requerido de una superestructura ideológica para tratar de ser aceptadas y hacer la obediencia consentida, utilizado para ello la religión, la filosofía, la sociología, el derecho, el teatro, la prensa, la radio, la televisión, el internet y todos los medios para su conquista espiritual, buscando hacer legal y legítima la forma de dominación imperante. El mismo aparato estatal, que alguien llamó comité mediante el cual una clase social somete a otra, puede tener autonomía respecto a un grupo explotador pero no a la masa de los barones del dinero. Para evitar treparse a los intelectuales y pensadores que le sirven a la dominación tenemos que comenzar por quitarle el revestimiento a los hechos que nos presentan como verdaderos. Hasta cuando dicen los números no mienten , mienten, porque si bien es cierto que los números no mienten, si se miente con los números. No hay hechos, sólo interpretaciones, con el rieso de caer en subjetivismo, hay que tenerlo muy presente. La ciencia política empírica por atenerse sólo a los hechos terminó idealizando la realidad en que se desenvolvió y legitimando el más atroz de los sistemas. El Papa Francisco llama a rechazar las ideologías pero el liberalismo es una ideología desde el momento que siendo fundado y sostenido por la burguesía se hace pasar como una forma de dominación neutral.
En los últimos años fuimos bombardeados en las distintas plataformas de internet con mensajes que nos decían que estaba por fenecer la vigencia del » Tratado de Bucareli» que había promovido Álvaro Obregón, que durante cien años obligaba a México a no producir maquinaria pesada y a no industrializarse, siendo la razón de nuestro atraso. Esto es lo que me preocupa, no disentir con un compañero. Todos nos podemos equivocar, más en un tema con tantos recovecos y tantas distorsiones, principalmente porque hoy en dia nadie abarca la totalidad del conocimiento. Ya no hay un Aristóteles o un Leonardo Da vince. Las mismas enciclopedias las hizo anacrónicas el internet. Creo que la mayor humildad frente al saber que podemos tener es leer todos los dias, leer todos los días es la mejor manera de manifestar que queremos saber y si queremos saber, es porque aceptamos que un mundo de cosas no sabemos. Ver un título profesional como techo del conocimiento será siempre arrogancia y aberración. Todo lo tenemos que investigar. Hay investigaciones intuitivas, periodísticas, judiciales, cuantitativas, cualitativas. Todas son muy importantes. Las mismas investigaciones científicas se pueden sesgar. En el caso de las cualitativas si nos concentramos en recolectar datos que sólo confirmen nuestra hipótesis. En las investigaciones cuantitativas, si no selecciones bien el tema, no escogemos el método adecuado, no contamos con el aparato conceptual pertinente, si entre las variables independientes y las variables dependientes no hacemos la ponderación de las variables intervinientes…
Lo que no podemos es continuar echando mano indiscriminadamente del internet, porque como es útil, al mismo tiempo es muy dañino, porque tiene mucha basura y no podemos convertirnos en pepenadores digitalizados.
Entre el 18 de marzo de 1922 en que Obregón anunció que iniciaría las negociaciones con los banqueros para cumplir sus obligaciones y seguir pagando los intereses a fin de que eso destrabara el crédito, del que estaba muy urgido, por la bancarrota en que estababa la nación, después de la Revolución y abriera el camino para el reconocimiento de su gobierno, la fecha en que partió a Nueva York, su Secretario de Hacienda, Adolfo de la Huerta, el 23 de mayo, el inicio, el 2 de junio , de los trabajos con el Comité internacional de Banqueros( Internacional porque también incluía europeos), y el 1°de febrero de 1924, en que nuestro Senado aprueba con 28 votos a favor y 14 en contra y 12 ausencias, en un clima terrible, la Convención General de Reclamaciones, tienen lugar varias sucesos interrelacionados, pero distintos.
A las cinco cuarenta de la tarde del 16 de junio de 1922 se firmó en Nueva York el convenio De la Huerta-Lemont, estableciendo el ajuste de la deuda externa y la deuda de los Ferrocarriles Nacionales. No reconoció los bonos emitidos por el usurpador Victoriano Huerta. Obregón buscaba el apoyo de los banqueros para la creación del Banco Único y apoyos para la irrigación y la agricultura en general. La Cámara de Diputados ratificó el Convenio por unanimidad el 27 de septiembre, no obstante que Obregón tenía en contra a los legisladores coopertivistas. De la Huerta también era blanco de las intrigas del todopoderoso Alberto J. Pani, que influía mucho en el Presidente.
Como los trabajos de Adolfo de la Huerta, no daban asomo de obtener rápido el reconocimiento rápido de su gobierno por los norteamericanos, exploró otras acciones, porque sabía que ese reconocimiento le abriría las puertas al crédito internacional.
Efectivamente, una vez más, los norteamericanos le propusieran a Obregón un proyecto de Tratado de amistad y Comercio, para lo cual se reunioren en el Castillo de Chapultepec, el cual el gobierno mexicano, por voz de Adolfo de la Huerta, rechazó por considerarlo humillante, aduciendo que el gobierno que reprentaba era de origen revolucionario, por lo que no necesitaba ningún reconocimiento.
El 21 de abril Mario J. Pani , propuso una comisión bilateral, que fue aceptada, lo cual , se asentó, no cambiaría el status quo. Por México se designó a Ramón Ross a Fernando González Roa ( desconocedores de la materia, con el evidente propósito de hacer naufragar esas pláticas) y por los estadounidenses, el gobierno del profesor Woodrow Wilson , nombró a Charles Beecher Warren y a John Barton Payne, instruyendo el secretario de Estado Hughes a sus comisionados a que buscararan » salvaguardar los derechos de los propietarios norteamericanos». Los asuntos a tratarse estaban claros: Garantías contra toda confiscación de los bienes gringos, restitución de terrenos ocupados, la integridad de sus connacionales.
Las conferencias entre los representantes de México González Roa y Ramón Ros, y Estados Unidos Warren y Payne, se llevaron a cabo en una casona ubicada en la calle de Bucareli 85 en la ciudad de México, del 14 de marzo y el 15 de agosto de 1923.
De las célebres Conferencias de Bucareli, urgando en sus actas y pronunciamientos, tenemos que: El Art. 27 Constitucional no era retroactivo. Se respetarían los fallos de la Corte. Conceder derechos de preferencia sobre el subsuelo. Como para esas fechas las inversiones en materia petrolera se habían contraído, se buscaba promoverlas. Atender los reclamos de los norteamericanos afectados. Se pagarán las tierras tomadas para ejidos.
El compromiso fue que los textos de la Convención Especial de Reclamaciones y el de la Convención General de Reclamaciones, serían debidamente firmados una vez que se reanudaran las relaciones diplomáticas.
Las Conferencias de Bucarali, no nos dicen nada, como puede inferirse, si no se relacionan con lo que sucedió antes y después de ellas y su contesto.
Uno. Por parte del gobierno mexicano nunca hubo intención de firmar un tratado, por lo cual ni siquiera debe hablarse de tratado.
Dos. Su vigencia, es decir, la vigencia de los reclamos, sólo llegaron al gobierno de Avila Camacho.
Tres. Nunca tuvieron el propósito de obtener armas, porque cuando empezaron las negociaciones e inclusive cuándo finalizaron, no aparecía ningunas señal de la llamada Rebelión sin cabeza ( así la calificó el secretario particular de De la Huerta, porque , no obstante arrastrar el 60 por cierto del Ejército Nacional, tardó en irse a Veracruz para ponerse Adolfo al frente) , permitiendo al general Joaquín Amaro, depurar ese aparato.
Cuatro. Las negociaciones incluyen los Convenios De la Huerta- Lemont , las pláticas con Summerlin, las Conferencias de Bucareli y las Convenciones de Reclamación ¿ Por qué hablar de las Conferencias como si condensarse la totalidad, cuando sólo son una parte de ellas y son incoprensibles sin esa totalidad? Muy sencillo. De la Huerta, que fue un patriota, las utilizó para irritar y hacer que prendiera su levantamiento.
Sin embargo, hoy las fuerzas dominantes tratan, no sólo ese episodio, sino vendernos su historia y no sólo su historia, también están empeñados en falsificar nuestra lucha por liberarnos de un populista con otro u otra populista, quedando claro que rechazan el populismo cuando no es de los empresarios y oscurantistas, pero lo llenan de virtudes cuando sirve para implantar un gobierno providencial que puedan poner al servicio de sus capitales y de sus dogmas.

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