Hipólito Rodróguez, patadas de ahogado
La capital del estado se encuentra (des)gobernada por el académico venido a menos Hipólito Rodríguez Herrero, quien apenas llagando al poder, se granjeo la enemistad y repudio no solo de los Xalapeños, si no hasta de sus propios correligionarios morenistas quienes lo consideran, ademas de incompetente, soberbio y prepotente, de tal suerte que con sus nulos resultados positivos se ha vuelto un obstáculo para la cuarta transformación y sus aspiraciones de conservar el poder.
La administración del universitario se ha caracterizado además de por la incompetencia, por la opacidad, malos manejos y subejercicio, baste recordar que quien fuera tesorera de su administración, la también académica universitaria Clementina Guerrero, tuvo que dejar su cargo de forma repentina para huir de la justicia, pues se le busca por el delito de corrupción y a la fecha permanece prófuga.
No sorprende que el vapuleado alcalde xalapeño este poniendo sus esfuerzos en procurar obstaculizar la candidatura de su correligionario Ricardo Ahued Bardahuil, exitoso empresario quien a su paso por la administración pública como Diputado, Senador, en la propia alcaldía de Xalapa así como en la Administración de Aduanas, fue incomodo tanto para el PRI como lo es ahora para Morena, pues se ha mostrado siempre inflexible ante ante los malos manejos y tranzas de los partidos, por lo que Rodríguez Herrero tiene motivos fundados para temer el escrutinio de sus malos manejos en la administración municipal si Ahued lo sucede en el ayuntamiento, máxime que se sabe, no goza de la venia del gobernador del estado ni de su gabinete.
Así los esfuerzos del actual alcalde de la capital, por atacar al candidato de su partido son fútiles, ya que el Senador Ahued goza del favor el mismísimo Presidente de la República, quien le ha encomendado el rescate de la capital veracruzana, de acuerdo a numerosas versiones en la cúpula guinda, pero más aun, cuenta con la simpatía de la sociedad xalapeña que lo identifica ampliamente por las tiendas de importaciones que llevan su apellido.
Para gran pesar de Rodríguez Herrero, Ricardo Ahued no es lo que se conoce como “un hombre de partido”, pues desde que militaba en el Revolucionario Institucional, siempre puso ya se su conciencia o interés, por encima de los intereses del partido, actitud que no ha cambiado ahora que milita en Morena, por lo que es previsible que el hecho de que el actual Presidente Municipal sea de su partido, no tendrá ningún efecto mitigante para que ejerza el peso de la ley en contra de las irregularidades de su administración.
Hipólito Rodríguez Herrero podría convertirse en el “Duarte” de la 4T al ser usado como chivo expiatorio para mostrar honestidad de cara a una contienda electoral, como lo hizo la administración de Peña Nieto al procesar al ex gobernador veracruzano.