
El otro café político
Por Jesús Vásquez Pino .
La militancia de Morena en Veracruz busca culpables de la derrota electoral de la jornada del 1 de junio y señalan a la gobernadora Rocío Nahle y al secretario de gobierno Ricardo Ahued que no supieron operar.
Pero hay que decirlo en claro: es el hartazgo de un pueblo con Morena.
La división al interior de ese partido político llamado Morena llevó a ésto a una derrota anticipada y anunciada.
Con éstos resultados se notan las preferencias del cambio, MC se colocó en la segunda posición y algunos votaron por Acción Nacional y el PRI.
Y lo que llamó la atención que el PT en Veracruz logró 28 Alcaldías.
Con la llegada del gobierno de Rocío se empezó a señalar la apatía, la opacidad del ex alcalde jalapeño Ricardo Ahued, muy frío, indiferente, nada sociable de lo que ocurre en territorio veracruzano, mucho menos de los asuntos de la política.
La gobernadora de Veracruz tendrá que ser un acto a la reflexión de quiénes serán los operadores políticos del estado porque ahí tienen el banquillo al ex alcalde de Tuxpan José Manuel Pozos Castro quien goza de la simpatía de todas las vertientes políticas con todo se lleva.
Queda demostrado que en las las siguientes elecciones Morena tendrá que organizarse, seleccionar sus mejores hombres y mujeres para los cargos de elección popular, pero sobre todo poner orden ante el ataque de todos contra todos; senadores diputados y actores políticos que a través de medios de comunicación ventilan sus asuntos personales y es por ésto que Morena se encuentra dividido.
La gobernadora Rocío Nahle deja malas cuentas al Comité Ejecutivo Nacional de Morena, pero sobre todo a su padrino político el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador que tanto defendió a Veracruz en los asuntos electorales.
Que se respete el voto de los veracruzanos y quienes hayan perdido acepten sus derrotas pero sobre todo que el gobierno Federal y Estatal se mantengan al margen de toda defensa y a quien le asista la razón. Es todo.