El libro El Nacionalismo y la Cultura.

OPINION

Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Ayer conmemoramos el libro. Yo lo buscando un libro entre mis amigos libreros. Tuve la fortuna de encontrarla. El último gran decano de los anticuarios, el licenciado Jorge De Negri, en Oklahoma 25 de la CDMX, una vez me dijo: el libro no se carga, se lleva en la mente, por eso no pesa ni pagarlo. En lo que era D.F. conocí a mi amigo Elegido Ramírez, hace más de 30 años, en las calles de Independencia. Algunos de sus compañeros los sigo tratando. Juan Chacón expone en la Lagunilla. Ahí me encontraba cada domingo con Carlos Monsiváis, Guillermo Tovar y de Teresa, Horacio Labastida y otros personajes. Eran tiempos tranquilos. Tiempos de Decanos como los Casillas de Puente Alvarado, Medina de la calle de Seminario…hoy el Bazar de San Fernado y el Callejón de la Condesa, localizado entre el Edificio del Correo y el Palacio de Minería, congregan, el primero los sábados y el segundo diariamente, la principal venta de obras agotadas. Hoy además de las ventas físicas, existen las electrónicas de toda clase de libros. El internet colapsó el mercado de libros a tal grado que en la calle de Donceles, podemos ver letreros: Se compran libros, menos enciclopedias . El precio de las enciclopedias se cayó. Una enciclopedia de ciencia sociales de Aguilar, nadie paga más de cinco mil pesos, por la la Jurídica de OMEBA, lo más que se vende, será en diez mil pesos. El único libro a la alza es el antíguo. Por una primera edición de la Historia de Xalapa, piden más de 50 mil pesos, por una primera edición la Historia de la Conquista, de Solis, 25 mil pesos, por un México A Través de los Siglos 30 mil pesos…
Hace poco me preguntaba un amigo que le tengo un gran aprecio sobre cuál era mi libro predilecto y sólo le respondí que simplemente el argumento, pero aún cuando me guarde externar preferencia por un libro en particular, en mi mente hay libros que siempre tengo presentes y que por lo mismo los releo, como es el caso de Nacionalismo y Cultura, de Rudolf Rocker, que en México, público la editorial CAJICA, que Bertrand Russell, calificara libro del siglo, que sin que pretenda demeritar u obtener lustre a sus costillas, me atrevo, en desplante irreverente a señalar algunas debilidades, con el mero propósito de contribuir a dimensionarlo, con la certeza, eso si, de que no hay obra acabada y que cualquiera que sea su rango , es un punta de llegada y de partida y que su autorización la escribió para contratastarla. Cómo dijera Popper, sólo el dogma no se discute.
A continuación mis observaciones sobre una obra que fue escrita para cuestionar no una forma determinada de poder sino la esencia misma del poder, por lo que todo interesado en el poder debe leerla y estudiarla.
1. Para Rocker toda dominación de determinados grupos humanos sobre otros partió del deseo de apropiarse de los productos del trabajo, de las herramientas o de las armas de éstos, o de expulsarles de un cierto territorio que pareció a los atacantes más ventajoso para la obtención del sustento vital. Esta claro que la concepción que tiene del poder es la relación de mando y obediencia, que es la opuesta a la concepción de Hannah Arendt, que ve el poder como una relación social que surge del debate, la discusión, la deliberación, el consenso y el acuerdo para enfrentar y encauzar los problemas comunes.
2. Condena la teoría de la voluntad general porque según él está voluntad no es la voluntad de todos sino una cortina que cubre la voluntad de la minoría gobernante . Sería correcta la crítica a Rousseau, si el ginebrino aceptara el gobierno, pero como niega la representación, su descalificación cae en el vacío.
3. Es cierto, como afirma Rocker, que con el principio de igualdad ante la ley, se hace abstracción de la diversidad social y se niegan las desigualdades reales, pero esa ley que expresa la voluntad general, no es la voluntad de una élite, como la interpreta Rocker sino la voluntad de cada uno que al entregar, efectivamente, su libertad a la voluntad general, la recupera al obecer una voluntad que es la suya, al someterse a una ley de la cual es autor, es decir, se obedece a su mismo. En esta trampa cayó Talmon.
4. No cabe duda que los extremos se juntan. Los puristas del liberalismo como los anarquistas se hermanan para combatir todo lo que invada a la esfera individual. Para nuestro autor todo poder marchita la personalidad. La cultura únicamente puede florecer, según el anarquismo, sin centralismo, con federalismo comunitario.
5. La nación en tiempos de Luis XIV, fueron los estamentos privilegiados. La nación moderna es secuestrada por las oligarquías para hablar y decidir en su nombre.Lo importante es que la nación no se vea como un producto y destino natural. Se resalte que la cultura no responde a la sangre o la tenía sino a una épica y una civilización que se nutre de fuera y de dentro y pasado y presente.
6. Cuando recrimina a la Roma Antigua haber instituido la dictadura, no advierte que esa forma de dominación:a) No fue creada para destruir instalaciones;b) fue establecida para salvar las instituciones;c) sólo podía echarse a andar en tiempos de crisis; d) estaba limitada a seis meses; e) no podía realizar otra tarea que para la que fue creada; y f) tenía que rendir cuentas al finalizar su mandato.
7. Cómo bien lo advierte Carl Schmitt, la dictadura romana es muy diferente a la dictadura que esté intelectual llama soberana. Más hay que señalar que nada tiene que ver con el concepto de dictadura de nuestros días. La teoría de la dictadura del proletariado menos tiene relación con la figura romana, ya que se sostenía que la resistencia de las clases burguesas debían ser vencida, utilizando su propio aparato, por lo cual los marxistas no plantearon la obolicion del Estado como los anarquistas sino su extinción, es decir, su gradual desaparición, lo que denominaron dictaduras de tránsito del proletariado. Desde mi modesto punto de vista es un craso error no sólo no hacer distinción entre una dictadura y otra ( aquí no cabe esa vacilada de dictadura perfecta, que ningún estudioso serio utiliza), pero aún es meter en un mismo casillero a todas las formas de dominación.
8. No obstante estás inconsistencias, percibo que la obra de Rocker, debe de retomarse para reencontrar nuestro rumbo.
9. En las páginas 512- 516 muestra que el clientelismo ( dependiente ) y el cesarismo, con que anestesia a las masas Morena, viene de muchos años atrás. Por cierto este autor afirma que no hay ideología de masas, que lo que llamanos así es la ideología de cada uno y la reacción que nos provoca actuar colectivamente.
10. Está por demás advertir que si buscamos en la grandes mentes que en su momento han iluminado otros tiempos y lugares, nos vamos a aclarar muchas cosas, por ejemplo: que las raíces ideológicas de Morena no están en Marx sino en un paradigma de la derecha como lo es Fichte, que propone la unanimidad, que combate la división de poderes y descalifica la democracia directa . Únicamente así nos podemos explicar la rabiosa actitud de los morenistas contra el poder judicial, los órganos autónomos, la simulación democrática y su reducción de la democracia a encuestas y tómbolas.

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