Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Es cierto que en la Edad Media existía una relación de mandantes y mandatarios, que con la liquidación del sistema estamental desapareció. Efectivamente, en la sociedad que precedió a la Modernidad, cada estamento enviaba un representante a la asamblea del reino con un cuaderno de instrucción, del cual no podía salirse, no podía extralimitarse, en caso que lo hiciera su mandato era revocado, de ahí nace que la necesidad de que un mandato que no es libre sino imperativo, tenía que tener como correlato la revocación de mandato. La revolución contra el régimen feudal por eso se dirige antes que otra cosa contra la sociedad de sociedades intermedias, brazos …dando lugar a que en adelante los electores ya no sean los cuerpos intermedios sino los individuos, que poco a poco conquista que su derecho de votar y elegir sea universal.
El nuevo régimen no únicamente traslada la soberanía del rey al pueblo, que a diferencia del concepto orgánico, concibe el pueblo atomizado, por lo que la soberanía, lo sostiene Rousseau, reside en cada uno. Para la soberanía nacional reside en el todo mientras que para la soberanía popular reside en cada uno.
El voto de cada uno produce una representación libre, que ya no está sometida a instrucción alguna de sus electores, por lo que , como representantes deben producir la voluntad del todo, que para eso fueron escogidos, en el debate previo a toda decisión. Falso que Rousseau sea totalitario por atarnos a un concepto de voluntad arbitraria, falso porque Rousseau, cuando habla de voluntad general, tiene en mente la democracia directa y no perversamente como lo interpretan sus detractores, la democracia representativa, dado que el ginebrino no era partidario de la representación, del gobierno.
En un régimen liberal por lo tanto es una aberración, como lo hace Claudia Sheinbaum, de que la Reforma al Poder Judicial, es un mandato de sus electores, por la sencilla razón de que en este régimen no hay mandato imperativo, no hay cuadernos de instrucción que aten al elegido a instrucciónes, por lo cual la voluntad general debe resultar de los procedimientos establecidos por la ley y mediante el concurso y la deliberación de los que tienen la función de plasmarla jurídicamente.
Darle validez a la elección de los jueces y operadores del derecho, con una concurrencia en las urnas de no más del 13 por ciento significa abrazar una concepción orgánica de la sociedad, en la que no importa el número de votantes, porque lo que importa es una representación holistica, que lejos de empatar con la democracia nos regresa a una concepción monolítica de la sociedad medieval. Como lo dice en el Contrato Social, Rousseau, si votan diez mil, un votante, en la representación popular, es la diezmilesima parte de la soberanía, por lo que los morenistas, al dar por válida una votación donde no intervino el 87 por ciento del padrón y todavía hay que restarle los votos nulos y los embarazos de urnas, sólo cabe invocar una falsificación de la democracia para instalar un régimen contrarrevolucionario.
En este escenario, es muy importante que tanto el PRI como el PAN, ponderen que los triunfos que han obtenido no son cosa menor, sobre todo, teniendo los órganos encargados de organizar y calificar las elecciones controlados por personal de Morena y en medio de un torrente de persecusiones y sangre, porque el éxito no está tanto en los cargos ganados como lograr que los electores hayan, en un 60 por ciento, retirando su lealtad al partido que mañosamente se ha adjudicado los programas sociales y no obstante que todavía deposita su voto en las comparsas de Morena, es significativo para romper las cadenas de la 4T, que los beneficiarios sepan que pueden votar por partidos distintos a Morena y que sus apoyos siguen, Ese es el mayor logro. Algunos candidatos les faltó deslindar y presentarse como alternativas, por miedo a que los vieran como enemigos de las ayudas, ese fue un error, pero hoy saben que ya hay muchos votantes que empiezan a darse cuenta que les dan dádivas a cambio de cancelar el futuro de sus hijos por falta de hospitales, universidades, empleos…
Los partidos falderos de Morena, como PT, PVEM, Movimiento Ciudadano, están condenados a la sobrevivencia, porque sus candidatos son pepenados, no formados en sus filas y por lo tanto no les dan identidad, por eso hay que trazar una estrategia para que la verdadera oposición gane ese voto sin filiación.
Las gentes que por falta de un buen empleo cruzan la frontera norte, hoy sufren sin que el gobierno nacional salga en su defensa. Habiendo tantas cosas que Claudia Sheinbaum, puede hacer, se contenta con una condena más tibia que la de cualquier pastor. Puede utilizar los foros de la OEA, la ONU… Pudo emplazar a qué la OEA convoqué a una reunión urgente para repudiar la represión de Trump contra los inmigrantes. Si IRAK o cualquier otro país hiciera eso con los norteamericanos, ya lo estaría invadiendo. Si no tenemos la fuerza para defender a nuestra gente, por lo menos busquemos la condena Internacional.
Tenemos que seguir luchando por recobrar nuestras instalaciones republicanas y las reglas democráticas, en condiciones cada vez más difíciles, pero lo primero es desmantelar su perversa narrativa y construir nuestra propia hegemonía.
La República necesita de republicanos. La democracia necesita de demócratas. La barbarie morenista tal vez no lo detengamos con argumentos, pero los ciudadanos que ganemos con argumentos si podrán revertir la dictadura morenista.

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