¿Dónde están los partidos políticos?
Muchos de sus militantes los necesitan urgentemente
José Sarmiento
Martínez de la Torre, Ver.
La crisis de salud espantó y desapareció a los dirigentes de los partidos políticos, y lo que resulta más preocupante es su falta de responsabilidad, solidaridad y desinterés por su militancia.
Los partidos, al menos en este municipio por no decir el estado están apáticos ante los problema serios que pasa su militancia que menos tiene.
Los diputados y diputadas, esa es otra historia que también vale la pena desmenuzar.
No se ve por ningún lado el PAN, ni Morena, ni el PRI y mucho menos Covergencia, el PT, Verde Ecologista y PRD; todo parece indicar que el Coronavirus los ha borrado del mapa y ahora es cuando su militancia realmente los necesita desesperadamente.
¿Cuántos militantes de morena se quedaron sin trabajo, cuántos del PRI no tienen en estos momentos una fuente de ingresos, cuántos del PAN viven días desesperantes ante la falta de recursos económicos para alimentar a su familia?
Cenobio de la Torre, líder del PAN, cobra mensualmente una gran cantidad de recursos económicos en cuotas partidistas, que voluntariamente a huevo aportan los empleados de confianza de Acción Nacional.
Rolando Olivares Ahumada es considerado el líder moral de PRI en el municipio y como alcalde ya se fue cabezón.
Cada uno de los partidos tiene sus líderes que, ahora que su militancia los necesita, se han agazapado, se han quedado en casa pero para no tener que apoyar a quienes más los necesitan.
Ningún partido ha salido a dar «una mano amiga» a sus militantes, los está dejando morir solos.
Esto debe servir a los ciudadanos para que analicen y se den cuenta que sólo son utilizados en cada campaña política, los llevan a los actos públicos a pleno calor o lluvia para que apoyen a sus candidatos y para que se rompan las vestiduras por su partido.
Ahora que la militancia necesitan del respaldo de sus partidos, simple y sencillamente se han quedado solos porque en estos momentos no hay campañas políticas, así que valdrá la pena que recuerden este abandono total en el que se encuentran por parte de sus institutos políticos y que llegado el momento les cobren la factura, porque en política todas las facturas se pagan.