Di no a la Zacatecana
Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Nada bueno es que en lugar de estar discutiendo sobre problemas lo hagamos sobre personas, pero peor aún es que el debate se centre sobre el titular del Ejecutivo. La preponderancia de los ejecutivos no es bien vista por los estudiosos de las formas de gobierno. Recuerdo que un especialista francés dijo en un Diplomado sobre el Estado contemporáneo que organizó mi amigo Francisco Berlín, en la ciudad de Xalapa, que su país hoy se gobernaba por decreto. Justamente ese es el problema. Que los titulares del Ejecutivo terminan por invadir otras funciones. Ejecutan, gobiernan y manejan la administración y así le agregamos que ejercen los poderes que Jorge Carpizo, llamaba meta constitucionales. Obrador es jefe de su partido. Nombra candidatos, designa delegados… Decantarse por una presidencia fuerte ha puesto a varias naciones en el umbral de la dictadura y mucho más. La certeza de Max Weber de que la burocracia se combatía con un gobernante carismático contribuyó a producir el iluminado que hacía tiempo venían anunciando los agoreros de la Tierra Prometida.
Las sociedades que por razones que no puedo exponer en este espacio, han construido una sociedad altamente industrializada y homogénea, hasta hace poco tenían un sistema de partidos que no sólo sacaba de su competencia las grandes contradicciones sociales y económicas, sino que habiendo construido sus clases dominantes partidos indiferenciados sus resultados electorales no generaban expectativas de cambio y menos inestabilidad, porque aunque hubiera alternancia, sus plataformas y programas eran prácticamente iguales, convirtiéndose en modelos de realidades idealizadas. Sin embargo, en las últimas décadas, estos sistemas políticos han empezado a agrietarse por la aparición de problemas xenófobos o de sus problemas que dividen a los partidos acerca de la manera de cómo tratarlos, dando lugar a la aparición de ofertas populistas que debilitan la política en beneficio del mercado, pero que en los países con agudas diferencias en su estructura de clases se radicaliza la crítica a la política en virtud de asignaturas y rezagos pendientes por grupos que hacen política atacando la política en un escenario abonado precisamente por quienes quieren que las decisiones comunes se trasladen al mercado y a fuerzas oscurantistas.
Lo difícil de soslayar nuestros problemas de desigualdad, inseguridad y pobreza, obliga a quienes buscan llegar al gobierno a presentar ofertas que bien saben que no van a poder cumplir, por lo que encantados de circunscribir el debate en torno a personalidades y moralidades, haciendo que la opinión pública pondere más su respeto por el patrimonio común que a quién sirva el poder político. De tal forma que tiene mucho tiempo que fuera de acusaciones de quién roba más, no se hablaba en las campañas de las verdaderas causas de nuestras desigualdades. Fue el que en los últimos años los partidos no presentaran propuestas que los diferenciaran lo que negó toda alternativa y permitió que llegara Morena, con la máscara de izquierda y apareciera como la verdadera alternativa a la política que habían desacreditado malos políticos, pero también los que además del poder económico quieren el poder político, en contubernio de grupos clericales y mediáticos.
El problema es que Morena y Amlo, no tienen más el propósito que el de concentrar el poder para saquear la nación y perpetuarse en él, por eso no les importó aliarse con grupos criminales que los obligarían a tener para ellos abrazos y para la ciudadanía balazos. Al sentir que no le deben el favor de haber llegado al poder al electorado sino a quién financió su campaña, es la causa que hasta ahora no les preocupe licitar compras y contratos, rendir cuentas, respetar la CNDH, respetar la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la oposición, el Poder Legislativo, los fideicomisos, los ahorros fiscales, darle mantenimiento a hospitales y escuelas, respetar los órganos autónomos, respetar la UNAM, no quitarle COFA y estudios avanzados al IPN, nombrar a una sucesora sólo para que le cubra sus espaldas o encapricharse en imponerle a los veracruzanos una zacatecana.
No se conformó Claudia Sheinbaum con decirnos que seguirá la corrupción, ahora nos sale conque van a darle pensión a los de 57, pero nos dice de donde van a salir esos recursos, porque para este 2024 el presupuesto tiene un déficit de más de 1.9 billones, que sólo podrán cubrirse con deuda y eso lleva a la bancarrota. Que bueno que nos propongan bienestar, pero es una patraña electorera, cuando se ofrece regalar lo que no se tiene, mostrando que no les ruboriza que los financie el narco ni pretender obtener el voto con engaños y llevando a México al precipicio. Esa trampa sólo se puede evitar votando contra Morena. Enviando a todos los morenistas al rancho de Amlo.
Si Rocío Nahle, habla como zacatecana, piensa como zacatecana y nunca ha defendido a Veracruz, pues es Zacatecana. Miren. Estuvo al frente del sector energético y díganme cuando alzó la voz para pedir tarifas eléctricas justas para Veracruz? Nunca. Cuando pidió que Veracruz tenga más participaciones petroleras? Nunca. Por qué guarda silencio ante el anuncio de Amlo de llevarse nuestra agua. Los ríos son nacionales pero primero sus pobladores. Amlo, nos manda a Rocío Nahle, no porque tenga a la Refinería de Dos Bocas en producción o tenga saneado a PEMEX sino porque quiere tener una sátrapa que entregue lo que falta del Estado a la delincuencia.
Para terminar con el mal gobierno de Cuitlahuac, para pedirle cuentas a los sinvergüenzas que hoy nos gobiernan, para quitar las vallas de Palacio de Gobierno y abrirlo de nuevo al pueblo, para terminar con la cantaleta de que siempre que tiran cadáveres, nos salga Cuitlahuac de que son cobro de cuentas entre criminales, como diciendo son pleitos entre ellos, yo no tengo nada que ver, para que deje de haber cárcel por faltas a la autoridad, para que no halla más cárcel preventiva, para que no tengamos más presos políticos, para que terminen las persecuciones contra los opositores, no hay de otra más que votar contra Morena y Rocío Nahle. Pretender que nos gobierne una zacatecana es tratarnos como menores de edad, como si no fuéramos capaces de gobernarnos por sí mismos. Rocío es una ofensa para los veracruzanos.
La obra más grande de Cuitlahuac es haber reclutado la banda de Duarte, gracias a lo cual los ladrones del PRI ya están en Morena. Gracias por limpiarlo.
Este 2 de junio, los veracruzanos tenemos la oportunidad de elegir a nuestro propio gobernador, a un veracruzano, a Pepe Yunes, que no hay duda, será el mejor gobernador en muchos años. Esta vez no vamos a cambiar el futuro de nuestros hijos ni por mentiras ni por limosnas. Vamos por nuestra libertad, vamos con Pepe.