Por Inocencio Yáñez Vicencio.

Quién puede creerle a los vándalos que dañaron el edificio del PRI, que no sabían quién realizó el homenaje a Fidel Herrera?
Es fama pública que esos orates son muy ignorantes, pero eso de que no sabían quién organizó el homenaje al exgobernador Herrera, no sólo provoca risas sino que con ello nos están diciendo quien es la mano que mueve la cuna.
Suena tan descabellado atribuirle esa ceremonia que organizó el Congreso Local, con un representante de la gobernadora Rocío Nahle, al Partido Revolucionario Institucional, por la simple razón de que ni siquiera está en el poder, ni siquiera tiene mayorías en los órganos de representación.
Decir que dañaron el edificio del PRI, ya es aberrante, porque atentan contra un acto contra una persona de partido, entendido por tanto que tenga partidarios y contrarios, pero que fue electo como gobernante de todos, que fue gobernador constitucional, por lo que su obra debe ser evaluada por las instancias establecidas para ellos y la ciudadanía a juzgar su ejercio en el marco de la ley.
Pasar del linchamiento verbal al linchamiento físico de da en el ambiente creado desde que se proclamó eso de que a mí no me vengan con que la ley es la ley, se promovió la libertad para los asaltantes que no lo hicieran con armas y se prodigaron abrazos, no balazos para los criminales, poniendo fin al Estado de derecho, utilizando únicamente la ley para proteger a sus partidarios y perseguir críticos y opositores, al grado de emplerla para asediar gobernantes de otros y partidos y acudir a la infamia de demandar penalmente a diputados que se han atrevido a votar contra las iniciativas del presidente.
Comenzaron por llamar a los vándalos para presentar las agresiones y daños de esta escoria como anarquistas, lo que no es más que una estrategia para darles Impunidad. No obstante que no comulgo con los verdaderos anarquistas, son un admirador de sus principales representantes. Desde Miguel Bakunin hasta Rudulf Rocker, autor del bellísimo libro: Nacionalismo y Cultura. Ricardo Flores Magón, que aportó el principal material ideológico de la Revolución mexicana es ejemplo de congruencia y fortaleza. Tuve a mi lado la banca que ocupaba José Teodoro Meseguer Morales, oriundo de Poza Rica, en la Escuela Superior de Economía del IPN, que secuestró un avión para liberar compañeros y quiero decirle que los que en los 70 tomaron la clandestinidad nunca esperaron que les respondieran con flores a sus balas y menos que no les aplicaran la ley. Hablan de Guerra Sucia los que se han servido de su lucha y su causa. Ellos no eran llorones, Asumian las consecuencias. Los vándalos no. Los grupos enviados a dañar las oficinas del tricolor y del INE, inmediatamente, al ser detenidos apuntan la acción de las autoridades como terrorismo de Estado y no claman justicia, claman Impunidad. Lo raro es que estamos enterados que valientemente el presidente del CDE del PRI, Adolfo Ramírez, puso la denuncia y digo valientemente porque es de esperarse la respuesta de estos delincuentes y sus patrocinadores. Podríamos extrañarnos de que el INE, no informe de su denuncia, que por lo menos por pura formalidad está obligado a presentar ante quien corresponda.
De las infamias verbales contra las personas y partidos, hoy pasan a las agresiones físicas, porque está claro que no quieren competir, quieren exterminar al contrario.
Repito, no obstante que tienen en sus manos el control de los órganos electorales, sus encuestas a modo, sus paleros mediáticos para replicar sus falacias, parece que están desesperados por el libro blanco, que consuma su fraude.

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