El usurpador de CTM

 

*¿Quién tiene la razón, Aníbal o Carlos?

*Daniel Fernández del PVEM la vuelve a hacer

 

Por Omar Zúñiga

 

El arte del engaño existe desde que el mundo es mundo y ha servido para múltiples objetivos, desde traicionar gobernantes para asesinarlos y acceder al trono, hasta cosas más simples, como ganar adeptos o posiciones en tal o cual gobierno.

Pues bien, resulta que el viernes pasado, se inauguró una exposición de artesanos, afiliados a la Confederación de Trabajadores de México CTM región Xalapa, en los bajos de Palacio Municipal, hasta aquí todo bien, pues hay que darle oportunidad a todos de ganarse una lana extra, no hay ningún problema, el grandísimo “pero” de siempre, es que Aníbal Pacheco, Regidor Primero del Ayuntamiento, también se ostentó como “representante” de esta organización, cuando efectivamente “fue”, del verbo ya no es, pues en realidad dejó de fungir  como tal en 2019.

Se realizó una elección en esta organización gremial (perteneciente al PRI desde siempre) el 20 agosto de 2021, hace casi un año exacto, resultando electo, Carlos Aceves Amezcua como Secretario General del Comité Ejecutivo Regional de la Confederación de Trabajadores de México, cuyo periodo termina el 19 de agosto de 2024, es decir el chinguetas por cuatro años es Carlos Aceves, como consta en la toma de nota ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que encabeza Luisa María Alcalde, con fecha 15 de octubre del mismo 2021, es decir, bastante tiempo ha pasado como para que Aníbal no se haya enterado de que él “ya no es”.

El tema es que especialistas en derecho laboral consultados al respecto, derivado de una “controversia” en redes sociales, coinciden en que se estaría configurando un probable delito, al usurpar un cargo y utilizar unas siglas que no está autorizado, como dice el Código Federal de Procedimientos Penales en su Artículo 250 “(…) se sanciona la usurpación de funciones públicas o de profesión y uso indebido de condecoraciones, uniformes, grados jerárquicos, divisas, insignias y siglas (…) y se castiga con una pena d cárcel de entre unoqa a seis años además de una sanción económica de entre 100 a 300 días de salario mínimo vigentes (…)”, que al final del día, se libra la cárcel por ser un delito menor y la multa no creo que los afecte mucho, pero el tema es que existe la probable configuración de un delito.

Por si fuera poco, se busca engañar (o intentar engañar) a la gente, incluidos agremiados a la CTM, pues sabemos De Primera Mano, que además el buen Aníbal, no es miembro de la otrora poderosa central obrera, no tiene cargo en el comité nacional, en el estatal y tampoco en el regional.

Sin embargo, quienes no están enterados, que al final son quienes resultan afectados (como en este caso los artesanos) son engañados y “compran” esa realidad alternativa.

Incluso, nos argumentan que se podría incurrir en el delito de fraude, pues el Artículo 386 del mismo Código dice que: “Comete el delito de fraude el que engañando o aprovechándose del error en que éste se halla, se hace ilícitamente de cosa alguna o alcanza un lucro indebido”; y como dicen los abogados: “lo que resulte”…., ¿denunciará Aceves?, ¡investíguelo Vargas!

 

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Y sigue la mata dando… resulta que el regidor 12 del Ayuntamiento de Xalapa, Daniel Fernández Carrión,  el mismo que expusimos el viernes pasado andaba de vacación partidista en el PVEM en día hábil, pagada por sus impuestos y los míos, en la Ciudad de México, hace hasta lo imposible por salir en la foto (habrá escuchado mentar a don Fidel y no Herrera) pues como en micro de autotransporte público, llegó tarde y atropellando literalmente a quien se le pusiera enfrente, fuera quien fuera, incluso sus compañeras regidoras que llegaron temprano, para ponerse exactamente detrás del artista y sonreír a la cámara, (como dan cuenta las fotos del evento y que además son parte del boletín oficial)  durante la inauguración de la muestra fotográfica del maestro Héctor Montes de Oca, ayer en el patio de palacio municipal. Y que quede claro que no hay nada personal ni por consigna, pues esto lo conozco De Primera Mano.

¿Será –como dicen por a’i-, que está verde para el Verde? ¿Qué hay de eso Josefina? ¡Aplíquense pues!

 

¡Qué barbaridad!

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