DE PRIMERA MANO TAJÍN
¿UNAM neoliberal?, ¡patrañas!
Por Omar Zúñiga
Por mi raza hablará el espíritu
Temas para este espacio hay varios en el tintero, sin embargo la declaración de este jueves 21 de octubre, del presidente Andrés Manuel López Obrador, (me) obliga, a hacer una reflexión (posicionamiento) al respecto, pues además de mi génesis orgullosamente azul y oro, como mexicano (orgullosamente también) tengo la obligación de hacerlo.
Se aventó la puntada de asegurar desde su poderosa palestra diaria, que durante el periodo neoliberal (sea cual fuere y abarque el lapso que él decida) la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Máxima Casa de Estudios de nuestro país, “se volvió individualista y defensora de proyectos de dicho sistema”.
En su famosísima mañanera, el mandatario dijo que de la máxima casa de estudios ya no salen economistas ni sociólogos, ni politólogos ni abogados que busquen defender y servir al pueblo (¿¿¿WTF???).
“Ya no hay Derecho Constitucional, y ¿el Derecho Agrario?: es historia; ¿el Derecho Laboral? Todo es Mercantil, Civil, Penal, todo es esto (hizo una señal de dinero). Entonces, sí fue un proceso de decadencia”.
Señaló que afortunadamente él tiene la oportunidad de sentar y consumar la Cuarta Transformación para modificar TODO, pues dijo que es un proceso que se tiene que ir dando poco a poco.
“Se tiene esta oportunidad de sentar las bases de la transformación y si es posible consumar la Cuarta Transformación pero es un proceso. Tiene uno que remar contra la corriente”, remató, tal cual.
En principio, cuando vi el flash, me pareció una broma de mal gusto, un error de esos que son causados por los duendes que viven y hacen travesuras en las redacciones, aún en las digitales (aunque las nuevas generaciones no los conozcan, existen), sin embargo, conforme fue pasando el tiempo, este sentimiento de querer darle el beneficio de la duda al Presidente, fue desapareciendo, conforme la certidumbre de que la declaración era cierta, fue aumentando (debo confesar que no soy asiduo espectador de la mañanera), hasta que no hubo lugar a dudas. ¡La declaración sí fue hecha!
Resulta, por decir lo menos, indignante, pues él mismo es egresado de la Faculta de Ciencias Políticas, este tipo de declaraciones es lo que en el barrio se llama escupir pa’arriba…, el escupitajo te caerá en la cara, pues es precisamente la UNAM donde se sentaron las bases para que López Obrador sea presidente, donde quizá más simpatías genere, no sólo dentro de las universidades públicas, sino quizá dentro de las instituciones de la República.
¿Qué pensarán los alumnos?
Ha sido desde siempre semillero de pensamientos críticos, donde tienen cabida todas las corrientes, y quizá esto es lo que no le gusta al presidente, que existan voces discordantes a su administración.
La UNAM ha sido tradicionalmente reconocida por su formación humanista, independientemente de la licenciatura que se curse y esto, por repetitivo que parezca, pero es necesario decirlo, por definición significa tener una educación de calidad enfocada a lo social.
Pero más allá de esta declaración desafortunada per sé, lo que más debe alarmar es el señalamiento que hizo de que “afortunadamente él tiene la oportunidad de sentar y consumar la Cuarta Transformación para modificar TODO”.
Tengamos cuidado, en mi humilde opinión, es un nuevo signo de autoritarismo, de regreso al “Estado soy yo” de la época los Luises, no cometamos el error de minimizarlo.
Hasta el momento de terminar de redactar esta reflexión (casi 24 horas después de la declaración), la UNAM no ha hecho su posicionamiento público, el rector Graue debe estar rumiando cada palabra, pero ha pasado mucho tiempo.
Si me dijeran “agradécele algo al presidente y su cuatroté”, la respuesta sería sin dudar, que día a día renueve mi capacidad de asombro.
¡GOYA, UNIVERSIDAD!