De Primera Mano Tajín
No queremos volver a ver esa película
*Alfredo Corona, ¿transparencia en entredicho?
Por Omar Zúñiga
Es imposible abstenerse de comentar algo sobre los recientes sucesos que han ensombrecido la vida cotidiana de Veracruz y los veracruzanos, a pesar del riesgo que conlleva y por lo mismo, seré breve.
Cuando nos desayunamos el jueves pasado con la terrible noticia del tiradero de cuerpos en el centro de Zacatecas frente a palacio de Gobierno, apenas unas horas más tarde, en la patria chica, en Isla, 9 muertos con huellas de tortura aparecieron sobre la carretera Cosamaloapan-Acayucan; un día antes en Xalapa, un asalto dejó una persona muerta, muy querida en la sociedad capitalina y su esposo, igualmente querido y respetado, golpeado y en estado grave.
Sábado y domingo la tendedera dejó al menos 8 cuerpos más en Rinconada, San Rafael y Nautla.
Es decir casi una veintena de asesinatos en cinco días, y eso de los que se saben, sin contar el intento de asalto de una joven pareja de xalapeños en Chichicaxtle, que arrojó heridos de bala.
El asunto dista mucho de ser bueno, más allá de los mensajes entre grupos y la probable complicidad de funcionarios de alto nivel, el gobierno debe tomarse esto mucho muy en serio y tomar las medidas necesarias para que no se convierta en una bola… de nieve.
Es una película que ya vimos y sabemos el final de no atenderse de manera eficaz y eficiente.
No es hacer apología del delito, ni ser mensajero de nadie, ni mucho menos ser amarillista, quien debe atender esta situación puede guardarse los adjetivos. Ojalá no escale.
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El IVAI es una institución que se ha empeñado en recuperar la credibilidad y confiabilidad que se vio mermada con el Consejo anterior (N de la R aunque dicho sea de paso, a la que se fue nadie la extraña y dicen las malas lenguas que su legado duró lo mismo que un pedo en una hamaca) y en este sentido, la consejera presidenta Naldy Rodríguez ha mostrado y demostrado el interés por que así sea, marcar la diferencia y dejar de manifiesto que el IVAI es una institución que goza de plena autonomía que le da esa credibilidad que le urgía (urge) al organismo garante de la transparencia y protección de datos personales.
Pues bien, todo este discurso no por justo y buen trovado deja de ser puro cuento, pues hacia finales del año pasado, en víspera de Nochebuena, el 23 de diciembre exactamente, el consejero Alfredo Corona dio muestras de todo lo contrario que necesita el IVAI y mandó al carajo el discurso, pues ese día publicó unas fotografías en su facebook (me adelanto y el argumento para el balconeo, es que dejan de ser privadas cuando precisamente el mismo interesado las pasa al ámbito público, aunque parezca una perogrullada) donde aparece en una reunión con el post “Felices y honrados de compartir estas fechas de felicidad con buenos amigos”, donde aparece Alfredo con el gobernador Cuitláhuac García; con el presidente de la Jucopo Juan Javier Gómez Cazarín; con el titular de la SEV Zenyazen Escobar; con el secretario del Congreso, Domingo Bahena Corbalá, en fin, que fue una buena fiesta donde se reunió lo más granado del Ejecutivo y Legislativo, todos morenistas.
Y esto por supuesto no tendría nada de malo, son amigos y maldito aquel que niegue a un amigo, salvo que en primera, todos pertenecen a una corriente política; dos: uno como es de mal pensado, qué es lo que garantiza que en ese aquelarre, además de abrazos, se hayan repartido instrucciones, vía transparencia. ¿Entredicho?
No había ninguna necesidad de hacer públicas esas imágenes. ¡Los amigos eso son y deben guardarse y cuidarse!