Con Rocío, nos llueve sobre mojado.
Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Me nutro de quienes hacen la gran labor de mantenernos informados por vía de sus reportajes, notas, columnas, artículos en nuestro estado. De las planas nacionales soy selectivo, pero las publicaciones de Veracruz, procuro leerlas todas. Para mí todos los trabajos periodísticos son importantes. No soy nadie para descalificar a nadie. Mi deber es encarar hechos, no personas. Creo que lo importantes es someter a escrutinio afirmaciones, sucesos, conductas e interpretaciones. Soy un convencido que el papel de quienes arrastramos el lápiz es ser un valladar contra el abuso y la arbitrariedad. A los medios de información les toca dar cuenta del acontecer pero no producir aplausos ni apoyos . Es tarea de los partidarios organizados o no de quienes gobiernan generar o promover apoyos. Los que pretenden el poder lo consiguen reclutando adeptos y una vez que arriban al gobierno es legítimo que sus seguidores los secunden. Es mérito cívico que anteponiendo el todo a la parte, un miembro de un partido oficial critique a su partido en el poder, no así que tenga valor cívico un opositor reconocer los aciertos de la clase gobernantes.Esa es una falacia. El gobernante recibe un sueldo por cumplir. Que no nos vengan con que no les voy a fallar. Su obligación es cumplir. Merecen el reconocimiento por un plus.
Siento un gran cariño por muchos trabajadores y compañeros de los medios, pero creo que debemos tomar conciencia de que nuestro crédito está no lado del poder sino fuera. Eso que dijera Bobbio de que todos tenemos algo de intelectuales orgánicos no justifica doble cara. Hasta los políticos que escribimos tenemos que pagar el no ver nuestro nombre en una papeleta, el ser críticos y consecuentes. El político tiene que escoger: vivir de la política o vivir para la política. El que ejerce un género periodístico igual, tiene que escoger: vivir del periodismo o vivir para el periodismo. En el primer caso puede tener la casi seguridad de traer su billetera abultada, en el segundo tiene que conformarse con el simple reconocimiento a su honorabilidad.
Cuando México está siendo saqueado y desmantelado por la banda morenista, no es un asunto menor que halla quienes se decidan a cumplir su papel de contención al abuso. En estos momentos en que Morena lleva adelante su plan destructor de la división de poderes, del poder judicial, de los órganos autónomos, de colonización y control del INE y del Tribunal Electoral Federal, para hacer de las elecciones un mero trámite y se demanda penalmente a los diputados que se atreven a votar en contra de las iniciativas presidenciales, se degrada a los ministros, periodistas y se purga a los medios de críticos; es vital que desde los medios se denuncien las mascaradas y felonias del gobierno, para crear una hegemonía de un proyecto alternativo a la engañifa de Morena.
Morena sabe muy bien que los matraqueros que contrata no tienen credibilidad y que los lectores siempre buscarán y encontrarán escritos que no se someten al gobernante en turno y esas voces congruentes siempre valdrán y serán más creídas que la de los paleros que hoy ven en Rocío Nahle, una esperanza.
Nadie en sus cabales puede creer que Rocío Nahle, que llegó a la política siguiendo a un individuo que no renunció al PRI por disentir de su ideología, su programa o sus estatutos sino únicamente porque no le dieron una candidatura, que no puede informar dónde quedaron los miles de millones de dólares que rebasó el costo original de la Refinería de Dos Bocas, que , como AMLO, las llamó, son corcholata, que en Tuxpan, las llamanos tapaderas, que si su candidatura no fuera contra las disposiciones constitucionales, Cuitláhuac ( que sabe mucho para que lo dejen sin hueso ), no hubiese promovido la tristemente célebre reforma Nahle, que todo mundo sabe que fue consultada para la matanza de Totalco, que ya nos advirtió que el pueblo le dió todo todito el poder, ignorando que las urnas dan un función, no poder, el poder, en una sociedad constituida viene de la Constitución, pero con ellos anunció claramente que la ley es ella… puede ser menos peor que Cuitláhuac. No, Rocío, su único entrenamiento que tiene es el que conocemos por la valentía de Arturo Castagne. Todavía seguimos esperando que la Fiscalía General de AMLO, antes de la República, le de curso esas denuncias. Seguramente están esperando tener a los jueces morenistas para montar un circo de absolución. Nomás hay que ver a quien nombró como tesorera para saber que viene a repetir la hazaña de Dos Bocas. No se quién puede ver alguna intención de enfrentar la inseguridad cuando incorpora a su gabinete alcaldes donde hoy impera el crimen organizado. La primera función del Estado es dar seguridad a sus gobernantes y Morena premia a los que se rinden ante el narco.
Nahle, podrá comprar vendedores de elogios, pero que recuerde, aquí todos nos conocemos y sabemos poner la basura en su lugar, por mucho que la recicle,siempre habrá quien sepa darle su uso correcto, con toda la sonrisa que esconde ese proyecto depredador. Le aseguro que por muchos encubridores que encuentren los cuatreros, no faltarán quienes elijan la dignidad y la libertad.