Con Morena, te sometes o te destruyen.

OPINION

Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Hace ya mucho vengo repitiendo que en una dictadura no tienen gran problema los que voluntaria o temor se someten. Tampoco se salvan los marcados como enemigos o blanco de sus proyectos. La dictadura es prácticamente imperceptible para los beneficiarios del régimen o los que voluntariamente eligen la servidumbres o la complicidad.
Tan no necesariamente significa terror, que puede llegar por la vía de los votos y convencerte con promesas que provoquen el alarido y la ovación de las masas como fue el caso de Adolfo Hitler. La fuerza la usa intermitentemente, según la ocasión. Mientras no tenga resistencia abiertas, ofrecerá diálogo, aunque sea selectivo, pero usará el garrote cuando encuentre o surja oposición. Si la banda arriba por la vía electoral, poco a poco va eliminando la oposición y va suprimiendo todas las reglas de competencia, de control, de vigilancia y rendición de cuentas, así como los contrapesos, hasta hacer de todas las instituciones republicanas y democráticas, puras fachada, cuya simulación le permita a los usurpadores revestir sus funciones de legalidad, organizar elecciones donde los ciudadanos voten pero no elijan y puedan robar sin ser llevados a la justicia.
La batalla más encarnizada en una dictadura se libra entre las fuerzas represivas del Estado que han asaltado y los que deciden hablar y denunciar el saqueo y la simulación.
Cómo una dictadura no puede sostenerse únicamente echando mano de los recursos policiacos y militares, la tarea ideológica,encargada de recubrir las acciones del poder como benefactoras, como justas, como providenciales… tienen un papel de mucha relevancia, para que las relaciones de mando y obediencia sean aceptadas.
El problema es que la dictadura, en su afán por perpetuarse, pone en primer plano la razón de Estado, más propiamente la razón de partido, haciendo girar todo alrededor de los intereses de la camarilla en el gobierno, principalmente: perpetuarse en el poder y no rendir cuentas ante los tribunales.
Hace unos días, gracias a la valiente y heroica denuncia que realizó Germán Gómez García, de profesión cineasta, ante la prestigiada periodista Carmen Aristigue, como el sistema lleva al paroxismo su irracionalismo a la hora de poner en marcha su plan para devastar la dignidad de los enemigos y hacer añicos a los competidores.
Durante ocho años trabajó Germán Gómez García, en el Palomar, ubicado en el séptimo piso y después en planta baja del edificio de Televisa, que tiene en Av. Chapultepec, de la CDMX. No tendría trascendencia mencionar que fue recomendado por su tío, columnista de El Universal, Salvador García Soto, amigo del responsable del cuartel de operaciones de ese siniestro laboratorio, Javier Tejado, si el colaborador de El Universal, no se hubiera precipitado a descalificar la denuncia de su sobrino, llamándolo afectaro de sus facultados mentales, cuando el mismo cineasta declara que efectivamente, sufrió lesiones como resultado del estrés de ese trabajo, lo que lo llevó a hospitalizarse en un centro siquiatrico, por lo que su inhumano tío, en lugar de defender, lo utilizó para deslindarse de la batalla que lleva a cabo su familiar contra esa fábrica de mentiras y calumnias. Por Germán pudimos saber que fue reclutado desde 2017, hasta que lo corrieron a partir de que exigió su base y prestaciones laborales. Durante el tiempo que estuvo en El Palomar, su trabajo fue elaborar videos para impulsar personajes, pero también para atentar contra su dignidad, así como inventar infamias contra empresas y familias. Todo eso a través de cuentas falsas. Operando con Metrix, que dice que es Televisa. Relata entre otros sucesos el invento de la nunca existente violación de un hijo de un magistrado, para acabar con su carrera. Una falsa entrega de 500 mil pesos a Carmen Aristigue. La inventada campaña contra Internet, que habló de un supuesto mal estado de sus aeronaves, sólo para llevarla a la quiebra. La maniobra contra la familia Alemán, para operar a su favor la venta de una parte de las acciones de Radio Fórmula. La campaña para promover a Saldívar a la presidencia de la SCJN. Los diputados que eran supuestos enlaces.
Declara Germán Gómez García, que su jefe inmediato, visible, era Javier Tejado, pero el tenía a la vez sus jefes. Relata los problemas que tuvo Televisa con el INE, por adelantarse a dar como ganadora a Claudia Sheinbaum, ya que puso al descubierto el maridaje entre Morena y los televisos.
Si bien Javier Gómez García, era el capo de El Palomar, Juan Manuel Torres, manejaba el material para Metrix, que difundia los vídeos en cuentas falsas. Nos comenta Germán que tuvo videos con 3 millones de visitas. Otra que operaba en ese búnker fue Karla Aguilar Ballesteros. También informa que había un grupo que se hacían llamar los mercenarios. Desde ahí también se hacían columnas para socios.
Cómo pudimos observar en la entrevista que concede Germán Gómez García a Carmen Aristigue, el sistema supera las profesias del Hermano Mayor de George Orwell,
El Palomar, es sólo un laboratorio de los muchos que se han dedicado a producir sofismas y a destruir reputaciones.
La respuesta de Claudia Sheinbaum a Ernesto Zedillo, no sólo la ha exhibido como una vulgar espantapájaros de AMLO, sino que puso al descubierto también el rostro dictatorial y vengativo del régimen morenista, que hoy remata con calumnias contra la familia de Zedillo, dando lugar a que Joaquín López Dóriga, frote en la cara de la presidenta, el vídeo que Exhibe a Carlos Imaz, entonces esposo de Claudia, recibiendo fajos de billetes del argentino Carlos Ahumada. No Claudia. Ernesto Zedillo, es un guerrero. No se le olvide que hizo que Salinas realizara una huelga de hambre. Mal se ven atacando a quien más los ayudó. Así son los morenos.

Please follow and like us: