Por Inocencio Yáñez Vicencio.
No tiene nada de extraño que sean los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, los que hayan convocado a sus compañeros de esa y otras instituciones educativas a protestar contra la destrucción de la República, que está realizando la banda de Morena, si tomamos en cuenta que nadie como ellos, reciben clases de la teoria y la historia de las instituciones que son alternativas al poder opresor personal y concentrado en una sola voluntad.
Los estudiantes de derecho son, como pocos, receptores de las teorías jurídicas, históricas y sociológicas del Estado y sus tipos de organización. No todos ponderan igual la aparición y el desarrollo de las instituciones jurídicas y políticas. Unos eligen poner sus conocimientos al servicio del mercado, pero los hay también quienes ponen su saber al servicio de causas comunes y patrióticas. Sin embargo ningún estudiante de derecho escapa al conocimiento del andamiaje que ha permitido racionalizar las relaciones de mando y obediencia, por lo que están mejor que muchos pertrechados para escoger, el camino más adecuado para el desarrollo político de la sociedad.
Ellos, como receptores y estudios de las ideas jurídicas y políticas, saben que el derecho ni viene de ninguna divinidad ni de la naturaleza ni de ningún jurisconsulto ni de ningún iluminado. Ni siquiere de la Diosa Razón de la Ilustracion. El derecho, lo admitamos o no, es una relación social. Tan es así que puede ser utilizado tanto para dominar como para liberar. Que para serlo debe ser general y tener el respado de la fuerza legítima, para en última instancia, la coerción haga cumplir la ley.
Tocar la ley no es un menor. La ley por su caracter general, para serlo debe expresar la voluntad general, si a su concurso sólo concurren las mayorías, no estamos por lo tanto ante una ley general ( valga la tautología) sino ante una ley facciosa y draconiana. En palabras de Alexis de Tocqueville, estamos ante una tiranía de la mayoría.
Montesquieu, quien desarrolla la tesis de John Locke, era un noble, que no obstante, defiende la persistencia de la sociedad estamental y hasta la venta de los cargos públicos, con tal de hacer posible un régimen de contrapeso. Veía en los llamados cuerpos intermedios un mecanismos de distribución del poder. En cuanto la venta de los cargos jurisdiccionales, pensaba que el hecho de que quedaran de esa forma fuera de la férula del monarca, era saludable para la independencia del magistrado y para la libertad del súbdito. Como conocedor del esplendor de la Grecia clásica y de la Roma antigua, recogió las enseñanzas de Polibio, sobre el gobierno mixto. Fue un estudioso de la tradición inglesa republicana. Nos legó la convicción de que nada mejor para frenar el abuso del poder que el poder mismo. No únicamente eso. Nos enseñó la importancia de la sociedad plural para materializar la libertad. No menos importante, sobre todo para estos días aciagos, que la ley debe tocarse con » mano temblorosa», es decir, con prudencia.
La salida a las calles de estudiantes a pedir que Morena detenga su proceso de destrucción de la República, es una derrota moral y polticas de las huestes de Amlo. Es una derrota moral para los morenistas porque a partir de este primero de septiembre de 2024, irá creciendo una hegemonía libertaria que se enfrentará a la hegemonía que construyeron desde las Mañaneras y los apoyos y pensiones. Los estudiantes han demostrado que es posible definir el futuro de México no a partir de patrañas y persecución sino a partir de la reflexión teórica y la autonomía de los ciudadanos.
Observe bien, pero muy bien. En Veracruz Rocío se ha quedado sola. Únicamente la apoyan plumíferos de la peor calaña, que para poder sobrevivir vanden halagos a cualquier traficante de la política. Las mentes dignas mantienen una actitud crítica tanto a los morenistas como al PRIALITO. La mano de Morena no llegará a los críticos consecuentes. Preguntaban ¿ dónde está la oposición? Pues ahí están los estudiantes. Mañanas serán los trabajadores…
La movilización estudiantil significa la derrota política más dolorosa para Morena, porque durante toda su existencia la consideró un territorio de ella y vedado para sus contrarios y porque sin duda alguna la UNAM y el POLI , junto con los demás centros de educación superior, dan luces a nuestra nación.
No cabe duda que los estudiantes mexicanos han decidido ponerse a la vanguardias en la defensa de la República y las libertades democráticas.

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