Columna 33
Evidenciar a Prensa
– ¿La Lista de Andrés?
Por Carlos Lucio Acosta
VERACRUZ (EUM).- Todo medio de comunicación social impreso, radial, televisivo o de internet es ante y sobre todas las cosas habidas y por haber, una empresa chica, mediana o grande, pero al fin y al cabo empresa.
Y toda empresa tiene dos fines, desde el punto de vista de la teoría empresarial, la producción y el lucro, el cual puede ser moderado o inmoderado.
En diplomado sobre mercadotecnia ofertado por la empresa más influyente en el estado de Veracruz, se preguntó a la escasa concurrencia – de cien convocados asistieron treinta – que en una sola palabra respondieron qué es lo que venden los políticos, las religiones y los medios de comunicación.
Después de varios minutos en que los participantes respondieron con veinte palabras o más, lo que debió ser con una, la instructora dijo con brevedad telegráfica.
Los políticos venden promesas, las religiones esperanzas y los medios de comunicación imagen, ya sea pésima, mala, regular, buena o excelente, pero al fin y al cabo es solo y únicamente imagen.
Y los vendedores de imagen facturan, pagan impuestos, cuotas patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), consumo de energía eléctrica y agua potable, otorgan aguinaldos,
reparto de utilidades, liquidan, pensionan o jubilan al personal contratado.
No solo cumplen con la Ley Federal del Trabajo, sino también con el Sistema de Administración Tributaria (SAT), dependiente de la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En cuatro palabras para no hacer más largo el chongo: no son evasores fiscales. Y si no son evasores fiscales, ¿cuál es el blanco de divulgar lista de 36 periodistas y sus correspondientes empresas, que mantuvieron contratos de mercadotecnia, publicidad, propaganda o imagen, durante el cuestionado gobierno de Enrique Peña Nieto?.
No hay más que una respuesta a la vista pública.
El señor presidente de los Estados Unidos Mexicanos (EUM), don Andrés Manuel López obrador, pretende evidenciar el trabajo de empresas especializadas en el manejo de medios de comunicación masiva.
No es la primera ocasión en que exhiben sin justificación aparente la procedencia de ingresos de periodistas y comunicadores.
El objetivo es magnificar el monto de las cantidades autorizadas por las oficinas de prensa del gobierno federal.
Hasta el momento no se conoce el nombre de equis o zeta empresa que en forma amable y solidaria permita que los precios de sus productos sean determinados por el cliente.
La norma empresarial establece que el fabricante, en base a estudios de mercado, fije el precio de su artículo o servicio demandado por el público consumidor.
La competencia influye en la calidad, valor, funcionalidad y economía.
Así como existen artículos y servicios caros, también los hay baratos y otros mucho más accesibles a los consumidores de arriba y de abajo.
Los tres niveles de la administración pública, gobiernos federal, de los estados y municipios, las diferentes cámaras empresariales, organizaciones sindicales, universidades públicas y privadas, medios de comunicación terrestre, aérea y marítima, asociaciones religiosas, salas cinematográficas, teatros y hospitales,
entre otras de las muchas instituciones públicas o privadas, prestan servicios diversos a la población en general.
Que unos cobren más y otros menos, solo demuestra el creciente espectro de la competencia galopante en un mundo cada vez más agresivo en cuestiones de mercado.
Los diarios El Financiero y El Economista, dieron fe de la instrucción presidencial girada al responsable de la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de iniciar pláticas con empresas de medios para reducir tarifas publicitarias al gobierno federal.
Lo mismo se pudo hacer con cada uno de los integrantes de la lista de los 36 periodistas y comunicadores de medios impresos, radiales, televisivos y de internet, sin llegar a la exhibición de nombres, montos y evidencias.
¿Un ejercicio de transparencia administrativas? ¿de honestidad frente al público del país con repercusiones en el extranjero? Ni lo primero ni lo segundo, si tomamos en cuenta que en el listado de referencia no estaban todos los que son ni son todos los que estaban. Hubo manipulación de izquierda a derecha, pasando por el centro.
Si no todos, al menos si algunos de los beneficiados con publicidad política de la presente administración federal, no salieron en la “fotografía”, tal vez porque en forma “accidental” se veló el rollo.
Y este temerario movimiento de ajedrez pone en tela de duda la seriedad de don Andrés Manuel López Obrador.
O todos hijos, o todos entenados, como dice el refrán.
Sólo para tus ojos . . .
¿¡Un biodigestor financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para procesar desechos orgánicos y producir energía eléctrica en Xalapa!?