BARRA LIBRE.
Alfredo Quezada Hernández.
HOSPITAL COMUNITARIO «VALENTÍN GÓMEZ FARÍAS».
Vaya que el hijo de Atanasio es fiel a su estilo y a su costumbre. Así como empezó su administración así la termina, toda hecha un desmadre.
Quiere una pequeña muestra, aquí le va.
De nueva cuenta los trabajadores de dicho nosocomio hacen público, denunciando, el acoso laboral y psicológico al que están sujetos en sus jornadas laborales.
El personal de enfermería es el más castigado, así lo han hecho saber, claro, de manera anónima por temor a las represalias
El ambiente entre la clase trabajadora administrativa y del personal de salud del Hospital Valentín Gómez Farías, es hostil, han llegado al hartazgo.
La administradora de dicho hospital, Rosa Aurora Velázquez Guzmán, lo único que ha hecho es sobresalir por ese trato enfermizo y adverso, debido a la estricta vigilancia al personal, en especial al gremio de enfermería, ya que, valiéndose de las cámaras, de manera exagerada, está al pendiente del actuar de la clase trabajadora.
Ese el argumento que muestra para levantar un acta administrativa y una vez que el trabajador acumula tres, es expuesto a dar por concluida la relación laboral, quitándole hasta la base.
Aquí lo grave es que existe personal de enfermería que lleva años laborando con la única esperanza de lograr la basificación.
El temor es fundado.
Igual de grave es la complacencia de la Jefatura de enfermería, Rosalinda Rosaldo y Dolores Carbajal, y ya ni se diga del director del Hospital, el doctor Gaspar Antonio Vivas Castillo, quien mostrando valemadrismo solo atina a argumentar qué no puede intervenir por tratarse de cuestiones administrativas.
Los que corren la misma suerte es el personal que recientemente recibió su basificación, el miedo los ha invadido y temen perder el trabajo.
Ya son cerca de una veintena de enfermeros a quienes se les ha levantado las actas.
Todo este escabroso asunto se da en medio de afectaciones a los pacientes, que finalmente sn quiénes están pagando las consecuencias del prepotente actuar de Velázquez Guzmán.
Pobre Veracruz, va de mal en peor pues el desabasto de medicamentos e insumos es el pan de cada día. La calidad de atención al paciente es denigrante al no contra el personal con el material básico para una buena atención. Quienes tienen que entrar al rescate son los familiares ya que ellos se han estado encargando de comprar hasta las sábanas, claro pasando por jeringas, gasas, cintas adhesivas, entre otros.
La falta de médicos especialistas es otro tema difícil, la escases es notable y la pésima calidad en la atención ha mermado.
Mientras todo esto sucede no hay autoridad que meta en cintura a Rosa Aurora, por lo que ella hace y deshace, a su antojo, en el Hospital Comunitario «Valentín Gómez Farías».
Por cierto, y la Dra. Romana Gutiérrez Polo coordinadora estatal de IMSS BIENESTAR en Veracruz, ¿dónde anda? No queremos pensar que existe complicidad, no, por supuesto que no.
Provecho.