Irineo Pérez Melo

Ante la negativa del alcalde Hipólito Rodríguez Herrero de atender las demandas prioritarias de familias humildes de esta capital, militantes del Movimiento Antorchista Nacional de la ciudad de Xalapa, se instalaron en un plantón por tiempo indefinido en el palacio municipal.

Minerva Salcedo Baca, dirigente regional de esta organización campesina, señaló que en tiempo y forma de presentó la relación de obras, las cuales asciendes a 350 de ellas para 65 colonias de la capital veracruzana.

Se trata de obras relacionadas con la introducción de drenaje sanitario, pavimentación de calles, guarniciones y banquetas, agua potable, infraestructura educativa, espacios culturales y deportivos, entre otras, las cuales desde inicio de la administración de Hipólito Rodríguez no han sido resueltas.

Dio a conocer que de manera arbitraria el cabildo xalapeño aprobó únicamente 87 obras para realizarse en este año, con un monto de 222 millones de pesos, de los mil 614 millones del presupuesto autorizado en este 2019, sin tomar en cuenta las necesidades de los Xalapeños.

“No pueden castigar al pueblo con pocas obras y de mala calidad, pues el año pasado por negligentes se devolvieron a la federación casi 100 millones de pesos, pues frenaron la realización de las obras al no entregar la licencia de construcción”, resaltó.

La lideresa antorchista sostuvo que la organización que representa rechaza la forma de gobernar de este partido, pues por una parte vemos “como engañan a la gente diciendo que van a atender sus necesidades y a la hora de la hora no hacen nada, eso es lo vemos en esta administración facciosa y demagoga”. 

Mencionó que permanecerán en plantón por tiempo indefinido, hasta que los recursos del pueblo se apliquen en el pueblo. “Antorcha alzará la voz aquí en Xalapa y a nivel nacional, pues repudiamos esa manera de gobernar de Morena, y haremos uso de nuestro derecho constitucional de manifestarnos”.

Cabe destacar que ante la llegada de los antorchistas, el alcalde mandó a resguardar con policías el palacio municipal como una forma de intimidar a los manifestantes.