Posicionamiento del Partido Revolucionario Institucional
Durante el inicio del Primer Periodo de Sesiones de la LXVII
Legislatura del Honorable Congreso del Estado de
Veracruz de Ignacio de la Llave, presentado por el diputado
Héctor Yunes Landa, Coordinador de la Diputación del PRI
en el Congreso del Estado
*Siete mil homicidios, la herencia maldita de Cuitláhuac.
*Veracruz, entre las peores entidades por desempeño.
*Mientras Cuitláhuac se dedica a dar clases de danza.
Sean mis primeras palabras en esta tribuna para saludar,
felicitar y desearles el éxito que merece Veracruz, a mis
compañeras diputadas y a mis compañeros diputados de
Movimiento Ciudadano, del Partido Acción Nacional, del
Partido del Trabajo, del Partido Verde, de MORENA, así
como a mi amiga y correligionaria, la diputada Ana Rosa
Valdés del Partido Revolucionario Institucional. Todas y
todos, integrantes de esta sexagésima séptima Legislatura
del Congreso de nuestro Estado.
Sras y Sres.
Los veracruzanos tenemos un pasado glorioso, un
presente desorientado y un futuro de incertidumbre.
No hay mayor tristeza, que nuestros paisanos vivan de
nuestras glorias pasadas, ante el abandono de la
esperanza.
Hoy, como veracruzanos, tenemos que respondernos, sin
paliativos, a cuestionamientos centrales:
Postulo tres:
¿En qué momento permitimos que nos gobiernen los
peores?
¿Hasta dónde los veracruzanos permitiremos la
decadencia de nuestra tierra?
¿Cuál es el límite de un gobierno que, en el frenesí de su
estulticia, de su ignorancia y de su proclividad a la
venganza, hundió a nuestro estado en el abandono y la
inseguridad?
Las cifras oficiales, que no las mías, proveen el sustento de
mis cuestionamientos.
Aquí algunas de ellas:
Para 2024, de acuerdo con las cifras oficiales de
CONEVAL, Veracruz es el cuarto lugar entre las peores
entidades por desempeño.
Hoy, el 45.95% de los veracruzanos son pobres y a pesar
del demagógico discurso oficial, la pobreza extrema
aumentó 7.1% en el campo y 6.9% en las ciudades, y
ocurrió ¡sólo entre 2023 y este año!
Adicionalmente, después de décadas, de que nuestra
entidad era un lugar privilegiado de atracción de nuevos
residentes e inversiones, durante la caricatura de gobierno
que está por concluir, cada año, casi 40 mil veracruzanos
han abandonado nuestro estado en busca de mayor
seguridad y de un ingreso para sus familias.
Así, la vergonzante herencia de Cuitláhuac alcanza casi el
cuarto de millón de paisanos expulsados de su tierra y
alejados de su familia.
En materia de inseguridad, cito textualmente:
“Veracruz se encuentra entre los estados con mayor
incidencia de delitos de alto impacto como el robo, la
extorsión, el secuestro y el feminicidio”.
En 6 años Cuitlahuac aportó 7,000 homicidios a los 200 mil
del gobierno federal que recién concluyó.
No obstante las cifras –insisto, oficiales-, el gobierno del
ingeniero García pagó decenas de millones de pesos en
publicidad con la imagen de él, asegurando que Veracruz
es uno de los estados más seguros del país.
Y ciertamente, Veracruz es una de las entidades donde es
más seguro, pero que te extorsionen, que te secuestren o
que te maten.
En materia de salud, entre 2020 y 2022, pasamos de tener
dos millones y medio de veracruzanos sin acceso a estos
servicios a cuatro millones cincuenta mil.
Todo eso mientras el Gobernador usa el Palacio de
Gobierno –ahí donde ya no puede entrar cualquier
ciudadano- para dar clases de danza.
Así las cosas, muchos veracruzanos, yo entre ellos,
esperamos y deseamos que el nuevo gobierno nos lleve al
menos al purgatorio y nos saque del infierno que, como
herencia maldita, le dejará Cuitláhuac García.
Señoras y Señores:
En las elecciones del pasado 2 de junio, de seis millones
de veracruzanos con derecho al voto, sólo dos millones lo
hicieron a favor de la coalición mayoritaria de esta
Legislatura.
Cuatro millones de veracruzanos no votaron por ella.
Con apenas el 58 por ciento de los votos, al bloque
mayoritario de esta legislatura le corresponderían sólo 6 de
cada 10 diputados que integran esta Cámara, sin embargo
una interpretación retorcida de la ley electoral les obsequio
una sobrerepresentación que no obtuvieron en las urnas.
Los otros 4 diputados tendrían que representar a los votos
emitidos en las urnas en favor de la oposición.
Por ello la disparidad en la integración de este poder.
Espero, como millones de veracruzanos, que esta
disparidad, más una tentación para el avasallamiento, se
asuma como un verdadero reto para el acuerdo y el
consenso.
Veracruz demanda una mayoría sensible y una oposición
responsable.
Aportemos cada quien lo que nos corresponde.
El resultado del 2 de junio, que nadie se equivoque, no le
concedió al bloque mayoritario la verdad absoluta; tampoco
el derecho a reclamar el monopolio de la razón y, menos
aún, a destruir nuestras instituciones.
Como lo escribió Edmund Burke: una elección popular no
convierte al ignorante en sabio, ni al patán en virtuoso.
No podemos correr el riesgo, como ha sucedido en otros
tiempos y en otros gobiernos, de que una mayoría
legislativa soberbia e irreflexiva, abra la puerta a la
dictadura de los ignorantes.
Compañeras y compañeros de la coalición mayoritaria:
No esperen que la oposición que representamos se
proponga ser una voz provocadora sistemática, pero
tampoco esperen de nosotros el silencio cómplice.
Cuando la materia lo justifique, podrán contar con nosotros
para el acuerdo, pero nunca para la componenda.
Seremos una oposición responsable y propositiva.
Y si bien, no claudicaremos en el señalamiento de sus
errores, también cuenten con la propuesta que
recomponga y con el reconocimiento del acierto.
En 25 días se abrirá un nuevo horizonte para todos los
veracruzanos, ¡aprovechémoslo!
Quien a partir del próximo 1 de diciembre encabezará el
Poder Ejecutivo, tendrá la oportunidad histórica de
recomponer el camino, de devolver la gobernabilidad al
estado, de investigar la corrupción de la administración que
concluye y de presentar un programa de gobierno que
resulte de las demandas y necesidades de los
veracruzanos.
En este Congreso la próxima administración deberá
encontrar colaboración y diálogo sin prejuicios.
Pero al mismo tiempo, nos deberá corresponder con la
civilidad y el respeto que merecen los más de un millón de
veracruzanos que votaron por la alternativa que
representamos los opositores en este Congreso.
Compañeras y compañeros diputados:
Tengo el privilegio, como diputado local y federal, así como
Senador de la República, de haber formado parte de 6
legislaturas.
He tenido la experiencia de coordinar una mayoría
parlamentaria de 30 legisladores, de presidir la Junta de
Coordinación Política, así como la Mesa Directiva de este
Congreso.
Y durante esos quince años de vida parlamentaria, nunca,
jamás como ayer, había participado en una elección de una
Mesa Directiva sustentada en el principio del “toma todo”,
que careciera de al menos, un legislador de oposición.
Por ello mi cédula de votación la anulé con la leyenda:
“ANULADA POR LA FALTA DE PLURALIDAD”.
Lamento el dictatorial arranque de esta Legislatura.
Espero que no sea el presagio de tres años de intolerancia
y cerrazón.
Quienes integramos esta incipiente legislatura, no podemos
aceptar que se pervierta el sistema democrático, que se
niegue el pluralismo, y se siga fomentando la ruptura y el
encono entre los veracruzanos.
Ese no debe ser nuestro papel.
Esa no es nuestra encomienda.
Lo que sí nos corresponde y no admite demora, es la
recuperación del respeto y la productividad de este
Congreso.
No podemos repetir el vergonzante desempeño de las dos
legislaturas pasadas, también con mayoría cuatroteísta, las
que cegadas por la ignorancia y la soberbia, tuvieron que
ser reconvenidas por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en más de una docena de ocasiones.
Tampoco debemos extender el tortuguismo parlamentario
de la Legislatura anterior, el que provocó que más de 300
iniciativas se quedaran en la congeladora, y que sólo se
aprobaran 73 de ellas, la mayoría por instrucción del
Ejecutivo y otras más de mero trámite.
Compañeras legisladoras, compañeros diputados.
Otras Legislaturas ya escribieron su historia y serán
juzgadas por ello.
Nuestra legislatura no debe privilegiar una agenda de
partidos, sino la de los problemas del estado, que son
grandes y son muchos.
Este es el momento de escribir nuestra propia historia y
devolver la dignidad, el prestigio, la productividad y la
legalidad a la máxima representación popular de Veracruz.
Ustedes tienen la última palabra.
Muchas Gracias.