Hace menos de un mes, vía telefónica, Rubén Cruz Sagastume me comentaba que cada semana había, mínimamente, un tuxpeño asesinado. Hoy fueron dos, un restaurantero y el mismo Rubén.

Curiosamente, su oficina, donde lo asesinaron, está a menos de 30 metros de la 19 zona militar de Tuxpan.

La violencia en Veracruz no cesa. No hay plan, estrategia ni política de seguridad. Los veracruzanos ya no están seguros ni en sus casas ni en sus negocios, mientras la impunidad de los delitos es casi absoluta a menos que se trate de un adversario político porque él sí obtiene sentencia inmediata.

Qué tenemos que hacer los veracruzanos para poner a salvo a nuestras familias de la barbarie?

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