Irineo Pérez Melo.- Pese a que el Programa Especial Concurrente tiene un incremento de 27 mil millones para el ejercicio fiscal del 2022, la mayor parte de ese monto presupuestal se recanaliza hacia la dádiva social, lo que repercutirá en ahondar la caída de la capacidad productiva del campo mexicano.

Esto lo reveló Luis Gómez Garay, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional de la Unión General Obrero Campesina Popular (UGOCP), quien manifestó su preocupación porque en la proyección presupuestal que se le está asignando al campo nacional para el próximo año “en teoría trae alrededor de 362 mil 546 millones de pesos, lo que representa un incremento al presupuesto para este rubro de aproximadamente 5%”.

Sin embargo, evidenció que en los temas de producción y productividad, el presupuesto de la Sader es de 53 mil 89 millones de pesos y de esos 36 mil millones alimentará a los programas de Bienestar y de Fertilizantes, y adquisición de leche que es el componente más importante.

Entrevistado en sus oficinas en esta capital, el dirigente nacional ugocepísta consideró que con esta apuesta que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le da al campo, la mayor parte del presupuesto se “recanaliza hacia la dádiva social, lo que implicará una caída impresionante en la capacidad productiva del agro nacional y propiciará un incremento de las importaciones de básicos”.

Y reiteró:

“El campo va en proceso de regresión productiva; está claro que no hay una estrategia que lo impulse; este es un proceso de contención de la pobreza que implica que les van a dar su apoyo (a los más pobres), no hay una idea de desarrollar el campo ni de combatir la pobreza en el campo mucho, menos apoyar a las actividades fundamentales de la producción”.

Citó como ejemplo la vertiente agraria, en donde se está proyectando una asignación de 154 millones de pesos, actualmente se ejercen 160 millones de pesos, que básicamente le correspondería para “la operación de la propia Secretaría pero no para la solución de ningún conflicto agrario. Nada más para los gastos administrativos y pago de salarios”.

“Eso es todo lo que hay. El crédito ganadero a la palabra desaparece, igual que han desaparecido otras, no hay un peso para ganadería ni para nada de eso, o sea, el campo no es prioridad para el gobierno federal, no es prioritario para el gobierno, a pesar de lo que dicen que es el presupuesto más alto de la historia, el problema es cómo lo aplican, en dádivas, en la tarjetita, en hacer clientela (electoral) y no en el tema productivo.

Expuso que, en el tema de competitividad, pues prácticamente no trae nada. Prácticamente, la mitad del presupuesto se lo va en infraestructura, estamos hablando de carreteras, etcétera y en el tema educativo, aquí van los salarios, lo que es la Universidad de Chapingo, la Narro, los centros del INIFAP y todo eso, o sea que no se aplican directamente de la federación y cada vez le tocan menos, pues en el 2016 en el rubro educativo, en la competitividad, traían 65 mil millones, hoy trae menos de la mitad y entendido que esa mitad se la van a entregar así, sin plan, sin proyecto, sin planeación.

En ese tenor, dijo por último que el campo va en retroceso cada día, porque no se le está aportando mucho; no hay financiamiento para ganadería, no hay financiamiento para los apicultores, no hay financiamiento en la práctica para las actividades productivas en el sector pesquero y acuícola, esto es todo lo que hay para el campo 53 mil 88 millones de pesos, que representan más o menos el .51% del presupuesto nacional.