
Es tiempo de sembrar más en el campo de la justicia social y del bien común
• No hay resultados en materia de salud, empleos, seguridad y abasto de medicamentos, refiere.
Irineo Pérez Melo.- Ante las adversidades que se viven en el país y en el estado en todos los rubros, la Arquidiócesis de Xalapa consideró que ya es tiempo de sembrar en el campo de la justicia social y del bien común para que todos cosechemos buenos resultados.
En el comunicado dominical emitido por la oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, se sostiene que las instituciones de todo tipo son el reflejo de cada persona que labora en ellas.
“La salud y buen funcionamiento de las instituciones públicas tiene su base en la salud física y espiritual de cada ciudadano mexicano y veracruzano. Cada ciudadano merece tener la promoción humana y la dignificación personal para desarrollar salud física y espiritual que sostengan la salud y la armonía de todas las instituciones del país hasta alcanzar una sociedad madura y solidaria en México”, se añade.
En el documento, signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos, refiere que hoy toda la sociedad busca empleos formales y bien pagados para vivir digna y honestamente y se encuentra, no obstante, con trabajos mal remunerados.
“Hoy mucha gente mexicana clama justicia y transparencia ante la ola de violencia e impunidad y se topa, regularmente, con conductas evasivas de parte de las personas de las instituciones públicas de seguridad”.
“Hoy muchos enfermos de México y Veracruz necesitan medicamentos para aliviar sus padecimientos y, preferentemente, se topan con instituciones de salud que tienen desabasto permanente de medicinas necesarias para el restablecimiento de estas personas enfermas”, se añade.
Hace alusión a la parábola llamativa que describe San Lucas porque presenta la sorpresa y frustración del dueño de una propiedad, que espera buenos resultados y se encuentra, en cambio, con resultados negativos.
«Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, y fue a ver si daba higos, pero no encontró ninguno. Así que dijo al hombre que cuidaba el viñedo: mira por tres años seguidos he venido a esta higuera en busca de fruto, pero nunca lo encuentro. Córtala, pues, ¿para qué ha de ocupar el terreno inútilmente?» (Lc 13,6-7). Este dueño representa a cada ciudadano y a todo gobernante que buscan buenos resultados en la sociedad, pero no los encuentran.