Caridad, esencia para hacer el bien a los demás sin ningún tipo de engaño ni abuso demagógico
La llamada al bienestar sube cada vez más de volumen, mientras las voces del que vive en la pobreza se silencian, señala.
Irineo Pérez Melo.- La Arquidiócesis de Xalapa consideró que de la caridad es el criterio fundamental para hacer el bien a los demás sin ningún tipo de engaño ni abuso demagógico y consiste en la búsqueda sincera del bien del otro, por lo que permanecerá para siempre.
Lo anterior se desprende del comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, en donde se indica que la sinceridad de esta búsqueda del bien de los demás radica en conocer y amar el bien que los hace mejores personas y rechazar radicalmente el mal que los destruye y encadena permanentemente.
“Este es el criterio fundamental para hacer el bien a los demás sin ningún tipo de engaño ni abuso demagógico. La mayoría de los proyectos personales, familiares, sociales, económicos, políticos, culturales y educativos debería incluir, además de todas las competencias profesionales requeridas, el bien verdadero y posible de todos los que formamos la entidad veracruzana y nacional”, se indica en el documento.
En el comunicado signado por el presbítero Juan Beristain de los Santos refiere que el Papa Francisco, en su mensaje para la VII Jornada Mundial de los Pobres, el gran desafío y los obstáculos de ayudar sinceramente a los pobres: “¡Vivimos un momento histórico que no favorece la atención hacia los más pobres!
Menciona que la llamada al bienestar sube cada vez más de volumen, mientras las voces del que vive en la pobreza se silencian.
“Se tiende a descuidar todo aquello que no forma parte de los modelos de vida destinados sobre todo a las generaciones más jóvenes, que son las más frágiles frente al cambio cultural en curso”, se añade.
Además, se menciona que lo que es desagradable y provoca sufrimiento se pone entre paréntesis, mientras que las cualidades físicas se exaltan, como si fueran la principal meta por alcanzar. La realidad virtual se apodera de la vida real y los dos mundos se confunden cada vez más fácilmente.
“Los pobres se vuelven imágenes que pueden conmover por algunos instantes, pero cuando se encuentran en carne y hueso por la calle, entonces intervienen el fastidio y la marginación”, se añade por último.