Sección 32 del SNTE hará el lunes paro de brazos caídos en Orizaba, por la ejecución de dos hermanos a manos de la policía .
La Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) anunció un paro de brazos caídos en la región de Orizaba para el próximo lunes, en protesta por la ejecución del docente Román Pérez, y de su hermano, a manos de policías municipales afuera de su domicilio, en hechos registrados la madrugada de ayer en aquella ciudad de las altas montañas. La protesta iniciará a las 10:00 horas en el plantel donde laboraba el profesor. El dirigente de la Sección 32 del SNTE, Lázaro Medina Barragán, afirmó que a los docentes los invaden el coraje y la tristeza luego de la muerte de los hermanos abatidos por policías municipales, pues uno de ellos era profesor. “Vamos a demostrar con los brazos caídos nuestra inconformidad. Estamos exhortando a que todos los trabajadores de la educación se unan para que demuestren así el coraje, angustia y pena que tenemos”. A su arribo a la funeraria para expresar sus condolencias a la familia Pérez González, Medina Barragán dijo que el magisterio no se quedará callado como sector y por ello exigen que se aplique justicia en este caso. “Venimos a brindar el apoyo a estos padres y a los compañeros maestros decirles que estamos con ellos e indignados igual que toda la sociedad. El maestro Román no sólo pertenecía a esta Sección, sino que era muy activo en favor del Equipo Político. Exigimos justicia con una mezcla de sentimientos de tristeza y coraje por lo que ocurrió”. Lázaro Medina reiteró que el magisterio estatal está descontento por el clima de violencia que impera en Veracruz. “Ya lo expresamos, lo dijimos fuerte, despacio y por escrito; aun así estos actos continúan”, aseguró el líder magisterial. En Orizaba, diversos sectores sociales han expresado su indignación por la presunta ejecución extrajudicial de los hermanos profesionistas afuera de su domicilio, y exigen la destitución del director de Gobernación y director de la Policía Municipal, Juan Ramón Herebia, a quien la familia de las víctimas acusa de estar implicado y de haber llegado al lugar de los hechos para alterar la escena del crimen