SUMARIO POLÍTICO

OPINION

Víctor Murguía

Obra pública y constructoras, negociazo de algunos

Lo que sucede en los lagos de Las Ánimas seguramente va más allá de un azolvamiento y apunta más a un mal trabajo de obra pública realizado en esa zona.
Esos lagos, que son punto de reunión familiar de xalapeños y hogar de fauna diversa, están contaminados como nunca.
Los reclamos por su mal estado, que ahora es putrefacto, empezaron el año pasado. Fueron enviadas cuadrillas a quitar superficialmente la nata contaminante, pero resultó insuficiente.
Periódicamente siguieron los trabajos, sin embargo, no hubo ningún avance. Incluso en las últimas semanas las tareas de limpieza han sido intensificadas sin los resultados deseados.
Quitan la nata contaminadora de encima, pero el mal persiste porque, dice el alcalde Alberto Islas, falta desazolvar o, exponen los vecinos, la tubería pluvial que ahí desemboca ha sido invadida por aguas del drenaje sanitario.
Conocedores de los trabajos realizados en los alrededores de los lagos de Las Ánimas y en los lagos mismos son los que apuntan que sí hay esa contaminación por drenajes.
Los vecinos no se sacaron de la nada la versión de que la tubería pluvial fue invadida por la del drenaje por trabajos de arreglo en calles ubicadas en Sipeh Ánlmas, a unos cientos de metros de los lagos.
Son los trabajos que los vecinos vieron, con sorpresa, incredulidad y coraje, que tardaban meses, meses y más meses, sin poder ser terminados. ¿Qué fue lo que pasó para que demoraran en ser terminados alrededor de año y medio?
Y ahí es donde se llega a otro punto, el de las constructoras.
Cuando en Xalapa empezaron a ser reconstruidas las calles, al inicio de este cuatrienio, con el ahora alcalde con licencia Ricardo Ahued, fue notorio que la encargada de quitar lo que quedaba de pavimento en la Lázaro Cárdenas y colocar las nuevas planchas de cemento, falló.
Avanzaba muy lentamente y de plano tuvieron que quitar bloques porque no sirvieron. No hubo escándalo, simplemente se cambió de constructora. Eso sí, la versión que corrió es que había logrado meter su cuchara, vía contratistas afines, el entonces poderoso y controlador de todo secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros.
La obra pública se han convertido en un dolor de cabeza para los presidentes municipales que desean hacer bien las cosas.
En municipios pequeños y medianos es sabido, sotto voce, que los ediles reciben atentas peticiones, por parte de cárteles de la delincuencia organizada, para que la obra sea realizada por determinadas constructoras.
Incluso, cuando arrancan sus gobiernos, no son libres de nombrar al jefe de la policía, al tesorero ni al director de Obras Públicas. Por eso hay trabajos muy bien cobrados, pero pésimamente realizados.
En ayuntamientos grandes los alcaldes llegan a recibir presiones por parte de funcionarios estatales o federales para que X o Y empresa gane las licitaciones. Y sí, también hay presidentes que tienen la oportunidad de hacer sus negocios mediante la obra pública.
Es un dolor de cabeza esa área, repetimos, sobre todo si hay muchos arreglos, como lo hemos visto en Xalapa, donde la reconstrucción de calles ha mejorado la vialidad, pero también ha sido causa de agudizar la falta de líquido porque constructores tienen puntería para romper las tuberías del agua potable. Ya hasta una persona falleció al ser arrollada por una maquinaria pesada.
En fin, si en los lagos de Las Ánimas el problema es simplemente de azolvamiento, pues que sea realizado el trabajo de desazolve y así recobren un buen estado para el disfrute de familias xalapeñas.
Y si alguna constructora conectó el drenaje sanitario al pluvial, por trabajos realizados en esa zona, o por algún accidente se rompió tubería y provoca la contaminación, pues que se apliquen las fianzas, la sanción correspondiente y sean efectuadas las tareas de reparación.
Los lagos no pueden seguir tan contaminadoas y no estaría mal que las autoridades se den su vuelta por la laguna de Casa Blanca, pues los vecinos r

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