Pepe, acata, a pesar del fraude.

OPINION

Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Para Thomas Hobbes, el peor Estado siempre será mejor que su ausencia, que el estado de naturaleza. Para el autor de De Cive y el Leviathan, no se justifica la resistencia violenta. Juan Altusio, consideraba que la resistencia violenta no era un derecho individual sino de los cuerpos intermedios. Juan de Mariana, como otros pensadores si la justificaba. Hobbes, decía que únicamente cuando un Estado deja de cumplir con su función fundamental, que es dar protección a la vida de sus súbditos, éstos quedan en libertad de buscar abrigo en otro.
Como Platón da cuenta, ha habido quienes han sostenido que la justicia está en el más fuerte (CALICLES. Contribución a la historia de la teoría del derecho del más fuerte. UNAM. México. 1964 ). Pero podríamos decir que desde que hemos tenido gobiernos separados de la sociedad, se han quemado muchas neuronas para tratar de justificar el mando y el por qué debe obedecerle ese mando.
Rousseau, nos explicaba con claridad meridiana que la libertad se reencuentra en acatar la ley, pero no cualquier ley sino únicamente en la que sus destinatarios han han intervenido directamente en su diseño. Recordemos que el autor del Contrato Social no acepta el gobierno representativo. La ley como expresión de la voluntad general, pero tengamos presente que para el ginebrino esa voluntad general no la puede encarnar una parte por grande que sea, porque esa parte por grande que sea sigue siendo parte. El Bien Común se obtiene quitando lo más y lo menos, eliminando los extremos. Rescate el justo medio de Cicerón. Es lo que oigo Talmon, por eso ve en su propuesta el sostén de la democracia totalitaria. Lamentablemente de esta mala lectura o distorsión se nutren los que hablan de verdadera democracia.
En la Política, ya Aristóteles, anticipó que fuera del Estado sólo dioses o bestias, podían sobrevivir, que siglos después retoma Hegel( autor muy citado pero poco leído y escasamente comprendido ).
No me extraña que plumas que se alquilan a un candidato de un color y luego a personeros de otro color, con el cuento de ser profesionales de la comunicación, pretendan interpretar el acato de Pepe Yunes, al fallo de las autoridades electorales, como un reconocimiento a la falta de legalidad y de legitimidad de las pasadas elecciones del 2 de junio, para agradar a sus nuevos amos. No señores. Pepe sabe que es mejor tener Estado que no tenerlo. Sabe, como lector y conocedor de John Rawls, que para que la Razón Publica, acompañe a una ley, deben participar en su elaboración todos los interesados. Que las leyes producidas bajo el régimen de Morena, expresan únicamente la voluntad de la facción mayoritaria, que hasta se denuncia penalmente a los diputados que votan en contra de las iniciativas del titular del Ejecutivo. Que como receptor del debate de nuestro tiempo, no basta que el proceso de la producción legislativa cumpla con los mecanismos legales sino que debe preceder, como lo afirma J. Habermas, la más amplia deliberación y que la única coacción que admita sea la del mejor argumento.
Tenemos, sin tregua de ninguna clase, construir una alternativa de gobierno. Llamar a defender a nuestros cuadros más congruentes y consecuentes. Pero esto incluye luchar contra la suplantación y el oportunismo. Los priistas que actúan como bolsas de trabajo, colocando a sus testaferros o a los hijos de éstos, no van a cambiar, lo importante es que denunciemos a tiempo sus componendas con Morena, para no tener filibusteros. En las pasadas elecciones fuimos conducidos por pastores que hicieron que tuviéramos una candidata a la presidencia al gusto de Morena, para maquillar a Claudia de izquierda. Tenemos que salir del pantano en que nos sumió Claudio X González y compañía, empezando por desenmascarar toda doble moral. Las fuerzas realmente opositoras deben purgarse. Las autenticas fuerzas republicanas y democráticas no pueden dejar de pasar mucho tiempo en consensuar una agenda que nos englobe, que busque el bien común, pero no un bien común escolástico, un bien común que aisle extremos y en el cual se reencuentren las fuerzas patrióticas. Palmariamente hay que ir al fondo por donde se coló el vandalismo morenista. La tarea no es fácil. Los morenos capitalizaron falacias muy enraizadas, que aún se continúan repitiendo. Que desde la Iglesia Católica, las escuelas privadas, la televisión, la radio, el cine, el teatro, la prensa… se atacara a la política sin hacer distinción del tipo de política, con el único fin de que la toma de las grandes decisiones las tome el mercado y no reconocer que como existen malos políticos, existen buenos, permitió que una banda morenista reclutara todos los que salen a las calles a destruir monumentos históricos, asambleas de barrios, tomadores de pozos petroleros, estudiantes que ganaban asambleas no con argumentos sino siendo los más radicales, sindicatos de choque… que se acreditaron haciendo política contra la política, llenando espacios que dejaron sin encarar los partidos tradicionales y cultivados por los enemigos de la política y de los políticos.
Enfrentar la barbarie que representa Morena, con argumentos tiene que pasar por consensuar una agenda que mire hacía el porvenir. No se hagan ilusiones las fuerzas que miran hacia atrás. Lo que hoy tienen los que nunca han tenido nada, no renunciaran a ello. Nunca se debió una política de dádivas a cambió de no construir hospitales, universidades, normales, carreteras… pero no hay vuelta. Lo que tenemos es demostrar que las políticas salinistas de relaciones Iglesia – Estado, del Ejido, de privatizaciones, se condenan, pero Morena las refuerza. El Tratado de Libre Comercio se ratifica. Claudia habla de soberanía pero nos hace más dependientes contrayendo más deuda. Como dijo Carlos Urzua: Amlo aprobaría con mención honorífica las asignaturas neoliberales. A un proyecto de populismo neoliberal tenemos que enfrentar un proyecto de verdadero Estado social, porque ya fracaso el Estado neutro y no queremos más simulaciones.
Opongamos a los vándalos morenistas, que sólo buscan perpetuarse en el poder y destruir el poder judicial y los órganos autónomos para que nadie castigue sus sinvergüenzadas, con una alternativa de poder pero también social, con un liderazgo, porque necesitamos un líder honesto, preparado y congruente, como lo es Pepe Yunes. En Veracruz tenemos un proyecto alternativo y tenemos Pepe.

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