Veracruz, Ver.

Por Julio Ortiz

Trabajadores del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz han denunciado graves irregularidades en la gestión administrativa, centradas en el caso de Tomás Rosas Pichardo, camillero del hospital, quien, según reportes, no cumple con sus responsabilidades laborales. A pesar de estar asignado a una jornada laboral acumulada, de 8:00 a.m. a 8:00 p.m., incluyendo fines de semana y días festivos, Rosas Pichardo solo asiste a checar su tarjeta de asistencia para luego retirarse del lugar, señalan los trabajadores.

Los empleados, que prefieren mantener el anonimato por temor a represalias, acusan a la administradora del hospital, Marcela Yañez Tapia, de encubrir a Rosas Pichardo, permitiéndole mantener una posición privilegiada sin realizar ninguna labor. Los denunciantes aseguran que esta situación representa una violación flagrante al contrato colectivo de trabajo, que estipula claramente la obligación de cumplir con las horas de servicio, lo que ha generado indignación y frustración entre el personal que sí se presenta diariamente a sus labores.

Además, los trabajadores afirman que este encubrimiento no solo involucra a Yañez Tapia, sino también al jefe de Recursos Humanos, Carlos Hernández Tress, quien ha permitido que esta situación continúe sin tomar medidas correctivas. Se sospecha que hay un posible conflicto de interés o algún tipo de beneficio oculto para mantener a Rosas Pichardo en esta posición sin que realice tareas asignadas.

Cabe recordar que en 2022, Tomás Rosas Pichardo intentó asumir la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, sección 40, lo que lo ha vinculado de manera estrecha con ciertas esferas del poder sindical, añadiendo complejidad al caso.

Ante este escenario, los trabajadores exigen la intervención inmediata de las autoridades de la Secretaría de Salud y la futura gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, para investigar a fondo el caso y tomar acciones contundentes contra quienes solapan estas violaciones laborales.

Este caso es solo uno de los muchos problemas que aquejan a este hospital, uno de los más importantes del estado. La mala administración y las decisiones arbitrarias están afectando no solo a los trabajadores, sino también a la población veracruzana, en particular a aquellos que dependen del servicio de salud pública. Los empleados esperan que se tomen medidas drásticas para corregir estas irregularidades y restaurar la funcionalidad del hospital.