Trabajadores del Hospital de Veracruz Acusan Abandono por Parte de su líder Sindical

ESTATAL

**Elizabeth Melquiades Rodríguez, líder sindical, es señalada por empleados del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz por desatender sus demandas y favorecer intereses gubernamentales.

Veracruz.

Por Julio Ortiz

Trabajadores del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz han lanzado fuertes acusaciones contra su líder sindical, Elizabeth Melquiades Rodríguez, por lo que consideran un abandono de sus responsabilidades. Entre las denuncias más graves, los empleados acusan a Melquiades de estar más alineada con el gobierno que con los intereses de quienes representa, dejando a su gremio sin el respaldo que necesitan en tiempos críticos.

Uno de los casos más emblemáticos es el de Xóchil Adela Lagunes González, auxiliar de cocina del hospital, quien no ha recibido su salario desde julio. Además de adeudarle su sueldo, la administración del hospital también le debe su retroactivo y las prestaciones correspondientes a su Fondo Nacional de Ahorro para el Retiro (FONAC). “Me siento completamente desamparada por el sindicato”, lamentó Lagunes, quien asegura que ha intentado sin éxito obtener el apoyo de Melquiades para resolver su situación.

El malestar no es exclusivo del personal de cocina. José Utrera Vilorio, enfermero en el mismo hospital, también expresó su frustración ante lo que considera un abandono absoluto por parte de la líder sindical. “Es inexplicable cómo Elizabeth Melquiades nos ha dado la espalda. No entiendo por qué ya no defiende a los trabajadores”, declaró Utrera. Afirmó que, en su experiencia, el sindicato ya no actúa en defensa de los empleados, sino que parece estar más preocupado por mantener una relación cercana con las autoridades gubernamentales.

Una Relación Inquietante con el Poder

La trayectoria de Melquiades Rodríguez ha estado marcada por su cercanía con figuras políticas de alto perfil. Durante los gobiernos de Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, la dirigente sindical mantuvo una relación fluida con las autoridades, lo que en su momento fue visto como una ventaja para los trabajadores. Sin embargo, con el paso del tiempo, esa cercanía ha generado dudas sobre su imparcialidad.

“Antes era una aliada de los trabajadores, pero ahora parece que solo se mueve en las sombras”, comentó un trabajador del hospital que prefirió permanecer en el anonimato por temor a represalias. Para muchos de sus compañeros, el sindicato ha dejado de ser un órgano de defensa y se ha convertido en una mera recaudadora de cuotas, sin ofrecer ninguna protección o apoyo concreto.

Cuotas Sindicales sin Resultados

Los empleados denuncian que, aunque continúan pagando sus cuotas sindicales, no reciben ningún tipo de beneficio a cambio. “Nos sentimos completamente abandonados”, afirmó uno de los manifestantes. La falta de respuesta por parte de Melquiades Rodríguez ha llevado a muchos a preguntarse si realmente está comprometida con su papel de líder sindical o si, como sospechan, sus intereses se han alineado con los del gobierno, olvidando las necesidades de quienes representan.

El descontento es palpable entre los trabajadores del hospital, quienes sienten que el sindicato ya no cumple su función de ser un contrapeso frente a los abusos laborales. “No nos sentimos representados”, coincidieron varios empleados en una reciente reunión informal para discutir posibles acciones ante la pasividad del sindicato.

La Urgencia de un Cambio

La crítica hacia Elizabeth Melquiades Rodríguez es un reflejo de una situación más amplia y preocupante en el ámbito sindical. En lugar de representar una fuerza de apoyo para los trabajadores, muchos sindicatos han sido cooptados por intereses políticos, dejando a los empleados en una situación de vulnerabilidad.

Los trabajadores del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz exigen una renovación en la dirigencia sindical y un compromiso real con sus derechos. La situación de Xóchil Adela Lagunes y José Utrera es solo la punta del iceberg en un sistema que, según los denunciantes, ha perdido su rumbo.

Mientras tanto, la líder sindical sigue sin dar respuestas claras a las demandas de sus afiliados, lo que alimenta aún más la indignación entre los empleados. La urgencia de un cambio de liderazgo es evidente para aquellos que sufren las consecuencias de esta falta de representación, y la pregunta sigue siendo si Melquiades Rodríguez dará un paso atrás o si los trabajadores tendrán que buscar nuevas formas de defender sus derechos por sí mismos.

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