La nueva dirigencia de Morena “una forma sin fondo”

OPINION

 

Apuntes desde el suelo

Dr. Lenin Torres Antonio

 

El ilustre Veracruzano Jesús Reyes Heroles decía que, en política “la forma es fondo”. Esto significa llanamente que, la manera en que se hacen las cosas contendrá “los contenidos” ideológicos, “los contenidos” de pensamientos, las emociones, que sustentan tal “forma” de hacer las cosas. Si eres un ladrón seguro harás las cosas como ladrón, si eres un demócrata seguro harás las cosas como un demócrata, “la forma es fondo”.

 

Hace poco se hizo el relevo de la dirigencia de Morena al viejo estilo PRIANISTA, puesto que desde el momento en que se filtraba que la secretaría de gobernación María Alcalde sería la nueva dirigente nacional de MORENA y que el hijo del presidente tenía la intención de participar en dicha dirigencia del partido político guinda, la intención de participar es válida, lo que no fue válido ni correcto fue la “forma que es fondo”, pues de manera inercial, se dieron todas las condiciones para que fuesen ellos los nuevos dirigentes de MORENA, sin más, se celebró el conclave morenista para legalizar más no legitimar dicho relevo de dirigencia, y de forma unánime, los “delegados nacionales” que sé no llegan a representar a las bases porque la mayoría de ellos fueron elegidos por la cúpula gubernamental de los estados principalmente gobernados por MORENA, como es el caso Veracruz, los eligieron sin la más mínima competencia democrática, sin un proceso democrático de bases. Y aquí es donde recuerdo lo que de manera ejemplar nos ha venido repitiendo el presidente Obrador, que, “no le tengamos miedo al pueblo”. Así que me pregunto, ¿por qué el Partido Político que encabeza la 4ª Transformación obradorista no hizo un proceso democrático de base?, en el que, de forma equitativa sin la ventaja de ser secretaria de gobernación y ser hijo del presidente, los que aspirarían a la dirigencia nacional de MORENA hubieran podido participar en una elección democrática equitativa donde los afiliados y simpatizantes de MORENA pudieran elegir a su nueva dirigencia nacional a través del criterio de presentar su proyecto de nación y los contenidos pendientes para consolidar la 4ª T.

 

Entonces, de forma inercial se da un relevo antidemocrático donde con la legalidad de los ungidos delegados nacionales validan una elección de dirigencia que ya está tomado la decisión previamente, sin ninguna competencia, ningún proceso democrático en el estricto sentido, que hubiera venido bien para fortalecer el pobre sistema de partidos políticos mexicano. Y eso me recordó al proceso de selección como candidata a la presidencia del PRIAN de Xóchitl Gálvez, que al final de cuentas, en lugar de ser un proceso democrático de base ciudadana como pomposamente lo anunciaron, terminó por ser una decisión cupular como hoy en MORENA, desde el principio hasta el fin.

 

Independientemente de que el pueblo y la sociedad mexicana estén de acuerdo en una necesaria 4ª Transformación pacífica que regenere al poder político, haga realidad una transición hacia una democracia verdadera y un estado de derecho auténtico, cosa que ha sido el grave error de la oposición política al obradorismo no reconocer que México necesita esa “cuarta transformación”, y llámesele como sea, la cuarta revolución, el cuarto cambio, etcétera, etcétera, dada que las rupturas históricas que se han dado en México, la Independencia, la Reforma y la Revolución, vienen precedidos del agotamiento de un sistema político, como en su momento vimos que era inevitable que México aspirara a la Independencia de la Corona Española y asumiera la autonomía y la libertad de autogobernarse sin la tutela y la explotación española, de igual manera, la Reforma y la Revolución tuvieron procesos de agotamiento del sistema político, así que si somos estrictos en lo que sucede en México, nos vamos a dar cuenta que en México se agotó el sistema político y la visión neoliberal de la clase política PRIANISTA, con su simulación democrática, y una clase política que se relevaban el poder, pero que eran los mismos, y que trabajaban y gobernaban para una minoría, y que la irrupción del presidente Obrador permitió poner un alto a la degeneración de la política y del acto de gobernar, se abre por primera vez las puertas a un gobierno del pueblo y para el pueblo, y esto no es retórica, porque lo que ha estado haciendo el presidente Obrador es simplemente gobernar justamente, ejerciendo un presupuesto dirigido a los que más lo necesitan, por eso la aceptación y el éxito del gobierno del presidente Obrador, pero la oposición no lo ha visto así, ni lo verá así, porque hay vicios de fondos e intereses muy fuertes que están remando en sentido contrario al sentido común con que la mayoría de los mexicanos aceptamos esa 4ª Transformación; pero  independientemente de eso, es necesario y urgente que los mexicanos ejerzamos una cultura crítica que nos permita ver la historia para no repetir los vicios que tanto daño han hecho a México. Y esto tiene que ver con la crítica a la simulación democrática de la elección de la dirigencia nacional de MORENA.

 

Una cultura democrática y crítica, que nos impide aceptar dicha normalización de la simulación democrática morenista, que podría ser el inicio de más de lo mismo, así como el mantenimiento de la pirámide del poder basado en un presidencialismo absolutista, es decir, que lo que digan los que estén a la cabeza de la presidencia de la república, del gobierno federal, de los gobiernos estatales y de los gobiernos municipales serán las últimas y las primeras palabras, sean de cualquier partido político

 

Y más cuando hablamos del Partidos Político que encabeza la 4ª Transformación de México, por eso MORENA debió cuidar “la forma que es fondo”, pero desafortunadamente no fue así y demostraron que aún padecen de la incapacidad de separar el Partido Político del gobierno del estado mexicano, por eso no hay ninguna manera de justificar esa asunción antidemocrática de la nueva dirigencia nacional de MORENA, un acto que afeó la obra magnífica que el presidente Obrador ha venido haciendo por sentar las bases de la Cuarta Transformación pacífica de México, lo que pasó ahora en MORENA, se ha repetido a lo largo de la historias del movimiento obradorista, pues el modelo de las decisiones ha sido copulares como en Veracruz, además con señalamientos graves de una simulación tanto de los ideales que sustentan la 4ª T.  hacia una verdadera transición democrática, constituyendo una traición a los ideales obradoristas, al ver cómo la nueva clase política padece de “la enfermedad del poder”, se presentan como demócratas en el discurso, en la narrativa, pero mantienen los mismos pensamientos y las mismas prácticas que de antaño reflejaban la ambición por el poder que tanto se ha criticado a la clase política PRIANISTA, aunque esta crítica a MORENA no disculpa a la apátrida oposición PRIANISTA ni los convierte en la opción para México.

 

Le queda un reto enorme a la presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, no tan sólo enfrentar a la perversa oposición conservadora apátrida que continuará con su guerra sucia, sino también, con los males y vicios que vienen desde dentro, a “la forma sin contenido ni fondo democrático ni ideales humanistas”, además de consolidar una verdadera clase política no tan sólo afuera, sino también debe hacerla dentro del mismo movimiento obradoristas, además de construir una educación de una verdadera cultura democrática se hace indispensable, si se quiere construir el 2° Piso de la 4ª T. pacífica de México, pues no me imagino que un idealista esté de la mano de unos vándalos, y trate de hacer una revolución para luchar contra la injusticia y generar un nuevo status quo a favor de los más necesitados. Y lo digo, por esos conversos priistas venidos obradoristas superficiales, sino también de esa alianza monstruosa que estableció Morena, principalmente con el Verde Ecologista.

 

México está en un proceso peligroso de mantenerse dentro de las propias estructuras de poder al viejo estilo copular, con un Morena como un PRI reeditado y casi literalmente lo digo, porque la mayoría de las dirigencias de Morena no fueron las que encabezaron de base esta gran cruzada que encabezó el presidente Obrador y lo llevó a sacar de Palacio Nacional a la bola de “pillos” del PRIAN, pues la mayoría de ellos son ex priistas, que estoy convencido siguen pensando y actuando y viendo “el poder” como lo vivían en sus épocas gloriosas priistas. Por eso digo que la Cuarta Transformación pasa por un fortalecimiento del sistema de partidos, fundamentalmente, por una democratización del Sistema de Partidos Políticos y su sana distancia con el Estado.

 

No puede haber un partido que encabece una transformación que haya actuado de manera copular como lo hizo Morena ahora en el relevo de su dirigencia nacional, esto implica que al vicios del pasado que necesitan ser extirpado si se quiere ejercer una auténtica democracia, además de la necesaria eliminación de la vieja clase política mexicana, la mayoría en la oposición PRIANISTA, y un poco, pero en los principales puestos claves políticos, en MORENA, y un mucho, en su aliado el camaleónico Verde Ecologista, este partido político fue fortalecido por una buena cantidad de priistas, que al ver hundirse el barco brincaron al Verde Ecologista y ahora se benefician por el trabajo del presidente Obrador, sin ser democrático ni ecologistas, falta echar un vistazo y ver en él a representantes del priismo como el hijo de Fidel Herrera Beltrán, Manuel Velazco, y muchísimos más.

 

Falta mucho para llegar a una 4ª T., aunque el camino que trazó el progresista presidente Obrador sea el correcto, le queda a la presidente Sheinbaum los tiempos más difíciles, pero sé que su origen ideológico de verdadera izquierda humanista, su preparación académica y nacionalismo la llevará a buen puerto y logrará construir el segundo piso de la 4ª T. de México, queda al pueblo mexicano asumir un activismo político crítico para limpiar la política y ayudar a que México resuelva sus graves problemas que heredó de esos 5 demiurgos sexenios neoliberales corruptos.

 

¡Tiempo al Tiempo! como bien dice el periodista veracruzano Edgar Hernández.

 

Septiembre de 2024.

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