El tren de Sheinbaum; ignorancia histórica

OPINION

– /

Prosa aprisa

Arturo Reyes Isidoro

Si Rocío Nahle desconoce Veracruz, Claudia Sheinbaum desconoce Veracruz y la historia.

En su cierre de campaña en el estado, el sábado, en Xalapa, la candidata presidencial de Morena dijo: “… me comprometí desde el primer día que llegamos a Veracruz, que vamos a traer el primer tren de pasajeros México-Puebla-Veracruz”.

Cuánta ignorancia histórica. No sabe que el primer tren de pasajeros en el país se inauguró en 1873 siendo presidente, precisamente, un xalapeño: Sebastián Lerdo de Tejada. Iba del puerto de Veracruz a un lugar conocido como El Molino, muy cerca de la actual Ciudad de México. Tenía como objetivo principal mejorar el comercio y la comunicación entre el puerto y la capital del país.

Ya en el Porfiriato y durante el siglo XX el tren se consolidó como el principal medio de transporte terrestre. Una de las rutas emblemáticas, entonces, fue la de el Tren Jarocho.

Los trenes de pasajeros en el país prácticamente desaparecieron en 1997 cuando la compañía Ferrocarriles Nacionales de México (Ferromex) finalizó sus operaciones.

El ofrecimiento de Sheinbaum no es nuevo. Lo hizo su padrino Andrés Manuel López Obrador al retomar la modernización del corredor transístmico Coatzacoalcos-Salina Cruz, Oaxaca.

El 7 de diciembre de 2023 en Prosa aprisa me referí al tema, a propósito de una declaración del entonces aspirante a la gubernatura, Manuel Huerta:

“Ayer jueves, de visita en Minatitlán, el exdelegado de Bienestar retomó el tema entrevistado por reporteros en el mercado 5 de Febrero.

No sé si los candidatos a la gubernatura y al Senado, respectivamente creen de veras en el proyecto o lo hacen suyo solo para hacerle la barba al tabasqueño.

Mi escepticismo tiene base en mi experiencia de haber visto cómo se fue extinguiendo el tren de pasajeros (de Ferrocarriles Nacionales de México últimamente) que corrió desde el siglo pasado de Coatzacoalcos a Salina Cruz, Oaxaca, y luego, muchos años después, el fracaso de ‘El Jarocho’ cuando lo impulsó el entonces gobernador Fernando Gutiérrez Barrios.

El tren de aquel entonces transportaba, como cabe suponer, pasajeros que iban a los pueblos y ciudades del Istmo de Tehuantepec, y viceversa, y muchos de ellos transportaban mercancías para vender. Era alto el nivel de ocupación del tren por una sencilla razón: porque no había más vías de comunicación.

Pero con la construcción de carreteras llegó la modernidad de aquel entonces y la gente prefirió viajar por tierra, en camiones que hacían menos tiempo en transportarlos, y aquellos viajes llenos de colorido donde en cada estación había vendedores gritando, sobre todo de alimentos y golosinas, se fueron apagando hasta que desaparecieron.

Este mes, si nuevamente el presidente no queda mal, como con la refinería de Dos Bocas, deberá reactivarse la ruta ferroviaria de pasajeros del Istmo, según informó en septiembre pasado López Obrador. Pero también anunció las rutas Coatzacoalcos-Veracruz y Veracruz-Ciudad de México.

Pienso que el éxito estaría asegurado si no hubiera carreteras, la Costera del Golfo, de Coatzacoalcos a Acayucan y al puerto jarocho, y la autopista de Veracruz a Córdoba que entronca en La Tinaja con la que va a Coatzacoalcos. ¿Alguien preferirá hacer ocho horas, mínimo, o más de Coatzacoalcos a Veracruz cuando por carretera se puede hacer tres o cuatro? No lo creo.

Habría éxito, eso pienso, si en cambio se tratara de un Tren Bala, como el de Japón, que en el menor tiempo uniera a los dos puertos, haciendo el recorrido más rápido que por carretera.

Gutiérrez Barrios activó ‘El Jarocho; no tuvo éxito

En 1988, don Fernando Gutiérrez Barrios, siendo gobernador, impulsó la reactivación de ‘El Jarocho’, con la idea de promover la llegada de más turismo a Veracruz y con ello fortalecer la economía de la región.

Me tocó ir en el viaje inaugural, que partió al anochecer de la estación de San Lázaro, en la Ciudad de México, y llegó la mañana siguiente al puerto. Viajaban empresarios, periodistas, ‘invitados especiales’ y algunos funcionarios. Se ofreció una cena de lujo, como correspondía, y la euforia inicial por la novedad se apagó a la media noche y de ahí empezó a llegar el aburrimiento y cada quien a su camarote, a dormir. Cuando clareó a la mañana siguiente ya nadie tenía interés en asomarse para ver los pueblos por los que íbamos pasando. Me imagino que va a ocurrir lo mismo hasta con los pasajeros del Tren Maya.

No tuvo éxito. Casi a nadie le interesó viajar por ese medio y prácticamente duró nada la empresa.

Para Manuel y Nahle es un ‘gran sueño reactivarlo’; podría ser otro fracaso

Ayer en Minatitlán, Manuel Huerta declaró que: “Una de las grandes alternativas para facilitar la comunicación entre la capital del país y el estado de Veracruz sería el regreso del Tren de Pasajeros ´El Jarocho´, uno de los grandes sueños que se tienen para el 2024, lo cual además sería una gran alternativa para el pueblo a bajo costo”.

Difiero de él. Se facilitaría la comunicación si no hubiera más vías para transportarse. Pero hay carreteras, autopistas, que podrían ser arregladas, incluso pavimentadas con concreto hidráulico con todo lo que se van a gastar con el tren, para hacerlas más transitables en forma rápida (como las que tienen los tabasqueños, los campechanos y los yucatecos, y no tan caras). No me imagino un viaje de Coatzacoalcos a la Ciudad de México de dos días, o uno de un día entero al puerto de Veracruz, con un consumo de muchísimas horas-nalga.

El exfuncionario federal lo calificó como ‘uno de los grandes sueños’ que se tienen para el próximo año. Ojalá y se quede en eso, aunque ya la propia Claudia Sheinbaum dijo que ella cumplirá el compromiso. El país ya no puede sufrir más pérdidas económicas con obras que resultan verdaderos elefantes blancos.

El proyecto de Alemán Velasco

En un recorrido previo por el estado y luego durante su campaña como candidato a la gubernatura, Miguel Alemán Velasco manejó otra idea de proyecto para abrir una ruta ferroviaria del puerto de Veracruz hacia la Ciudad de México.

Empresario, conocedor del Primer Mundo, su planteamiento era que una especie del Tren Bala japonés saliera del puerto, pero que además de pasajeros llevara plataformas en las que los viajeros subieran sus vehículos, para que cuando llegaran a la gran urbe los desembarcarán y en ellos se movieran en la metrópoli. Igual viajarían de regreso. Lo mismo para los habitantes del Valle de México que quisieran venir al puerto.

La idea era muy atractiva e interesante, aunque, cierto, requería una gran inversión. Pero ahí quedó, y eso tendría éxito asegurado.

Él tuvo también la idea de construir una carretera de Coatzacoalcos al puerto de Veracruz que fuera por toda la costa del Golfo de México, que, creo, sigue siendo atractiva.

Pero tengo curiosidad por ver, en lo inmediato, qué resultados tiene López Obrador con su tren de pasajeros que va a volver a recorrer el Istmo de Tehuantepec. Ojalá y no resulte otro desastre como el AIFA”.

Sheinbaum, pues, trae un atraso histórico de 151 años. Va a volver a gastar, que no invertir, en algo que ya está probado que no funciona. Pero según ella, está descubriendo el chocolate espeso.

Me hubiera gustado (y estoy seguro que a todos los xalapeños) que anunciara que va a apoyar al alcalde Ricardo Ahued para resolver el problema de la escasez de agua y los atascos que se sufren para entrar y salir de la capital, lo mismo desde o hacia el puerto de Veracruz, Coatepec y la Ciudad de México.

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez malgastó una millonada en dos puentecitos, verdaderas jorobitas de dromedario que no sirven para nada. La señora Sheinbaum debiera pensar en cosas prácticas, más modestas pero efectivas, y no en obras de relumbrón como el Tren Maya o el AIFA, verdaderos monumentos al fracaso por culpa del capricho de un solo hombre con poder político.

Sheinbaum, pues, y Nahle, ni a cual irle. ¿Yo, votar por ellas?

Diputados, en periodo de “reflexión”

Bonifacio Castillo Cruz (exalcalde de Papantla y exdiputado federal, ambas posiciones por el PRD); Marco Antonio Martínez Amador (Acayucan); Cecilia Guevara Guembe (Poza Rica), los tres integrantes de la bancada de Morena, quienes ya solicitaron su separación para constituirse como grupo mixto, junto a Fernando Arteaga Aponte (no está en la fotografía). Acompañan: Itzel Yesca Valdivia (PAN); Maribel Ramírez Topete (exintegrante del grupo legislativo de MC y ahora integrante del GLPAN), y Marlon Ramírez Marín (PRI). La reunión estuvo encabezada por el diputado Enrique Cambranis Torres, coordinador del Grupo Legislativo del PAN.

Mañana habrá Prosa aprisa

Lector, excepcionalmente, con motivo de los comicios más grandes en la historia del país y la elección del nuevo gobernador o gobernadora de Veracruz, mañana sábado publicaré Prosa aprisa.

Please follow and like us: