BARRA LIBRE.

OPINION

Alfredo Quezada Hernández

EL PAN Y SUS CANDIDATURAS.
En el blanquiazul el pastel está repartido.
Pocas sorpresas entre los nombres de los listos que aparecen en la lista de los locales.
Cada grupo tiene sus candidatos y cómo siempre los Yunes azules hicieron su voluntad, impusieron a su gente.
Pero llama la atención la candidata del distrito XIII, con cabecera en Emiliano Zapata, una tal Natalia Guadalupe Calleja Martínez, integrante, por supuesto, de la cuadra del choleño, el ex mini gobernador Miguel Ángel.
Sí, una ex priista, gente de todas las confianzas y, en su momento protegida, del ex gobernador Javier Duarte.
De Calleja Martínez se tejen historias bastante tétricas sobre su nefasto desempeño público. Lo anterior sin mencionar esa facilidad que tiene para brincar de un partido a otro. El valemadrismo es lo suyo.
Uno de los acontecimientos que mucho llamó la atención fue la recomendación que emitió la Comisión de Derechos Humanos a la dirección de Espacios Educativos, a mediados del 2016 ¿y quien cree que estaba al frente de dicho organismo? le atinó Natalia Guadalupe.
Dicha recomendación fue resultado de la nula atención de Espacios Educativos hacia los alumnos de las escuelas primarias «Himno Nacional» y «Niños Héroes», al no atender la regularización de los predios donde habrían de ser edificados dichos planteles, lo que originó que los alumnos se manifestarán tomando clases en la Plaza Lerdo, en el mero centro histórico de la capital veracruzana.
Bonita manera de violentar el derecho a la educación de los menores.
Eso es cinismo no chingaderas.
Otra escena de desfachatez que protagonizó Calleja Martínez, fue cuándo denunció al ex alcalde de Emiliano Zapata, Daniel Olmos, señalando un posible daño patrimonial cercano a los noventa millones de pesos.
Vaya espectáculo.
Lo cierto, es que la ex priista goza de una fama nada benévola, una carrera política que nada bueno habrá de abonar, en caso de lograr la victoria, al pueblo de Veracruz.
Pero su candidatura sólo nos demuestra, una vez más, que a los partidos políticos el electorado les vale madre, ellos buscan saciar sus ambiciones políticas y lo demás es lo de menos.
Puro valemadrismo.
La población del XIII distrito electoral local tiene la última palabra y
Calleja Martínez no tiene vergüenza.
Provecho.

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