Sin tacto
La jueza Angélica
Por Sergio González Levet
Yo imagino que el gobernador Cuitláhuac García ni se imaginó la clase de persona que mandó a encerrar cuando ejerció contra ella una venganza con toda la furia de su poder institucional.
Y es que la ex jueza Norma Angélica Sánchez Hernández, es una mujer extraordinaria no sólo por la valentía que demostró al afrontar la violencia del poder, sino por su carácter bondadoso, por su calidad profesional, por su responsabilidad como servidora pública por más de 25 años, y por ser una madre extraordinaria y cariñosa, según gritan sus hijos Ingrid y Gustavo Gómez Sánchez.
Platicar con la licenciada Angélica es un amable ejercicio. Tal vez si alguna vez Cuitláhuac la hubiera tenido enfrente y la hubiera mirado a los ojos se habría dado cuenta de la tremenda injusticia que estaba cometiendo con ella… pero ya sabemos que el novato mandatario no es de mirar a las personas ni de aquilatar las barbaridades que comete con sus excesos y su falta de respeto a las leyes que nos rigen y nos humanizan como sociedad.
Él no sabe mandar, solamente sabe gritar y dar órdenes sin concierto, como aquel martes 6 de junio del año pasado, cuando dispuso que la policía municipal atrapara a Angélica, entonces jueza en el distrito de Huatusco, le sembrara una pistola y la acusaran de haber agredido a la autoridad.
El berrinche del artero gobernante fue porque la jueza Angélica había obedecido el mandato de un tribunal federal y dispuesto que se pusiera en libertad al Compa Playa, de acuerdo con la orden que señalaba que la Fiscalía del Estado no había integrado bien el expediente en su contra.
Lo que ha seguido para ella ha sido un infierno de amenazas veladas, de teléfonos intervenidos, de constantes vigilancias más o menos visibles de parte de la policía y la aprehensión tan absurda como violenta en la Ciudad de México el viernes 16 de junio de 2023.
Hoy Angélica es la candidata a senadora de Veracruz por el partido Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, y recorre las rancherías, los pueblos y las ciudades, a donde llega para platicar su historia, para enseñar que no la lograron doblegar y mucho menos pudieron los malos conseguir que llegara a ella la amargura.
Porque Angélica Sánchez es una mujer tan valiente como sencilla, tan fuerte como agradable, y por eso le va a sumar votos a la fórmula que encabeza el hijo de Dante Delgado (“Es que él quiso, y le tuve que cumplir”, dicen que dice su padre).